El oficialismo continúa con las negociaciones por el Presupuesto 2025 y se prepara para extender la prórroga de la ley de leyes 2023. En sí, consideran que las medidas que le pidieron los mandatarios provinciales “generan déficit”.
Las provincias perdieron este año $9,36 billones debido a la quita de recursos de transferencia automática, como es el caso de la coparticipación de impuestos, y los recortes a las transferencias discrecionales, entre las cuales figuran los Aportes del Tesoro Nacional (ATN).
Los gobernadores buscan recuperar parte de esos fondos, aunque peligra ya el acuerdo.
Desde el Gobierno aseguran que la aplicación de los pedidos significarían $3700 millones para el Tesoro. Ambas partes admiten que las negociaciones están trabadas.
Los cercanos a Javier Milei sostienen que prefieren ampliar la prórroga delo Presupuesto 2023 para manejar la distribución de fondos de manera discrecional. El sector más ortodoxo del Ejecutivo quiere evitar el control directo del Congreso y mantiene la postura de que “no afecta la toma de crédito internacional que no haya presupuesto”.
Según un documento de trabajo analizado por la Comisión de Presupuesto y Hacienda de Diputados, en el marco del debate por el presupuesto 2025, e
ntre enero y octubre los estados subnacionales soportaron un recorte de $3,92 billones de fondos no automáticos mientras que los automáticos se achicaron en $5,44 billones. Entre los discrecionales están los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), el derogado fondo de incentivo docente, y el dinero que se puede disponer para obras públicas.
Específicamente los reclamos incluyen los ATN no distribuidos de $293.000 millones; el financiamiento de cajas jubilatorias de significan $322.000 millones. También la reducción de aportes por la disolución de la Administración Federal de Ingresos Públicos -$221.000 millones-, las compensaciones pendientes del consenso fiscal del 2017 ($1000 millones) y la coparticipación del Impuesto a los Combustibles Líquidos ($1700 millones).
Sobre el ATN, uno de los principales reclamos es que el fondo que se constituye con el 1% de la masa coparticipable, que sirve para financiar los ATN, se distribuya enteramente este año, para recuperar así una parte de lo perdido. Históricamente se subejecuta. Salvo en 2020, que por efecto de la pandemia se gastó de más, en general se utiliza menos del total disponible. De acuerdo con estimaciones de la consultora Politikon Chaco, este año va a sumar unos $661.500 millones.
Entre enero y noviembre se habría ejecutado solamente el 7,9% del total. Y es de esperar que el Gobierno siga por ese sendero en la línea de sostener contra viento y marea el superávit fiscal. Hay unos $600.000 millones guardados que no se usan.
Ante la pérdida de recursos que tuvieron que enfrentar los gobernadores,
el reclamo de que se distribuya enteramente el fondo de ATN representa una recuperación que equivale a menos del 10% del total resignado este año.