20.11.2024 / Judiciales

A 13 años de la desaparación de María Cash, imputaron por falso testimonio a un abogado que declaró en el caso

Carlos Enzo Cuellar es acusado de desviar y entorpecer la investigación, “al brindar datos falsos y crear escenarios que no existieron”. Tras este giro en la causa, el camionero que vio por última vez con vida a la diseñadora de 29 años está bajo sospecha. Los detalles de la investigación.





A 13 años de la desaparación de María Cash, uno de los principales testigos en la causa fue imputado por falso testimonio. Se trata del abogado Carlos Enzo Cuellar, quien fue citado a indagatoria a pedido de la fiscalía.

El abogado, que se abstuvo de declarar y se marchó del juzgado, había asegurado en su momento que vio a la diseñadora de Villa Crespo en la gruta Difunta Correa en General Güemes, Salta, cerca de las 17 del 8 de julio de 2011. Ese, hasta ahora, había sido el lugar donde la vieron por última vez. Sin embargo, las antenas de telefonía celular marcaron que Cuellar no se encontraba en ese sitio a esa hora, por lo que resulta inverosímil su declaración.

Por otro lado, la familia Crespín, los moradores habituales del paraje donde se encuentra la gruta de la Difunta Correa y dueños de una gomería en la zona, habían asegurado que, de haber bajado una persona en el lugar, su presencia habría sido advertida por ellos. Sin embargo, esa tarde no vieron a nadie.

La semana pasada, Ramón Crespín, propietario de la gomería, volvió a declarar y ratificó su testimonio. Se trata de otro indicio que contradice al abogado que ahora es acusado de desviar y entorpecer la investigación, “al brindar datos falsos y crear escenarios que no existieron”, indicaron las fuentes a Infobae.

La versión de Cuellar avalaba la versión del camionero Héctor Romero, quien dijo haber “levantado” a María a un costado de la Ruta Nacional N°34, en la rotonda del cruce de Torzalito, en General Güemes, donde la joven de 29 años hacía “dedo”. Luego, aseguró haberla dejado en el sector conocido como la Difunta Correa en el Paraje Palomitas, y luego siguió camino a Joaquín V. González.

“Romero fue la última persona que mantuvo contacto con María Cash”. Los investigadores llegaron a esa conclusión luego de analizar cada foja, declaración y evidencia en el expediente por la desaparición de la diseñadora de 29 años. Aunque no tienen los elementos suficientes para aseverar que el chofer sea responsable de un crimen, creen que cuentan -por primera vez en trece años- con una hipótesis firme para investigar.

El Cuerpo Especializado de Investigadores de la Provincia, comandados por el fiscal federal Eduardo Villalba, estima que el transportista posiblemente mienta sobre el desenlace que tuvo el episodio y que, las múltiples versiones que se sucedieron una tras otra en la causa aportaron al desconcierto y beneficiaron la coartada del ahora principal sospechoso.

Los fiscales también ponen lupa sobre el testimonio de Miguel Segura, empleador de Romero, y sospechan que lo benefició con su declaración.

La indagatoria a Cuellar - que fue llevada a cabo por la secretaria penal del Juzgado, Jaqueline Murga- es parte de las nuevas medidas impulsadas en las últimas dos semanas por la fiscalía. Se requirieron, además, las declaraciones de ocho testigos que vieron a María Cash el 8 de julio de 2011, el día en que fue vista por última vez, o supieron de sus movimientos aquel día.