El mundo está en vilo ante las elecciones presidenciales que se realizarán este martes en Estados Unidos en las que la mayoría de las encuestas reflejan una gran paridad entre el expresidente y candidato republicano Donald Trump y la vicepresidenta y candidata demócrata Kamala Harris.
El país se encuentra en alerta máxima ante la posibilidad de que durante los comicios y la publicación de los primeros datos se registren hechos de violencia ante las denuncias de posible fraude que se arrojaron durante la campaña.
Un amplió despliegue de las fuerzas de seguridad nacionales, botones de pánico para llamadas de emergencia y comercios tabicados son algunas de las postales de la previa de unas elecciones que tienen como antecedente el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021 cuando simpatizantes de Trump se negaron a reconocer la victoria de Joe Biden tras reiteradas denuncias del líder republicano. Ese trágico hecho dejó como saldo 5 muertos, varios heridos y detenidos.
Ante esa situación, las autoridades pusieron en marcha medidas excepcionales a todos los niveles para reforzar la seguridad física de los trabajadores electorales, así como de las propias papeletas. En Nevada, el estado de Washington y Oregón, un contingente de la Guardia Nacional estará en alerta para garantizar una "jornada electoral segura y sin sobresaltos".
Durante la campaña, el republicano agitó el fantasma del fraude electoral, lo que hace temer que no reconozca el resultado si pierde, como ocurrió en 2020 tras ser derrotado por Biden. El equipo de campaña de Harris prevé que el republicano se declare ganador antes de tiempo y advierte que el escrutinio de la totalidad de los votos llevará "varios días".
CIERRES DE CAMPAÑA
Harris se pasó el día en Pensilvania, uno de los estados más importantes de esta elección. "¡Vamos a votar! ¡Vamos a ganar¡", gritó en uno de los estados bisagra que, con 19 votos electorales en juego, es el más importante de los siete estados clave, en los que ningún partido tiene el voto asegurado. "Estados Unidos está preparado para un nuevo comienzo", afirmó e insistió en que si gana será "una presidenta para todos los estadounidenses". Mencionó a los cientos de miles de puertorriqueños en un intento por recabar el voto de una comunidad molesta con los republicanos por un comentario de un humorista pro-Trump sobre Puerto Rico.
Sobre el final de la noche, visitó Pittsburgh, donde le habló a los votantes: "¿Están listos para votar? ¿Están listos para ganar?". "Les agradezco mucho por estar acá. Mañana es un día electoral y de momento la balanza se inclina hacia nuestro lado", dijo y continuó: "¡No vamos a volver al pasado!". Además adelantó que apoyará una legislación sobre la posibilidad de que las mujeres puedan decidir sobre su cuerpo. Y agregó: "Estamos peleando por la democracia". La vicepresidenta cerró la campaña a lo grande con la participación de Lady Gaga y Ricky Martin en un mitin en Filadelfia.
Trump también visitó Pensilvania, luego viajó a Carolina del Norte y cerró su recorrida esta noche en Míchigan. Ambos parecen esperanzados por la gran participación, con más de 78 millones de votos emitidos ya por anticipado. "¡He estado esperando esto durante cuatro años! Y tú también", afirmó Trump en un mitin en Pensilvania. "Si sacamos a todos a votar, no habrá nada que puedan hacer", insistió en otro en Carolina del Norte. Dijo que, si gana, informará a la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, que va a imponer "inmediatamente un arancel del 25% a todo lo que envíen a Estados Unidos" si no detienen lo que calificó de "embestida de criminales y drogas" por la frontera.
México "se convirtió en nuestro socio comercial número uno y nos están estafando a diestra y siniestra, es ridículo", opinó. Si el 25% no da resultado "impondré el 50% y si eso no funciona el 75%", advirtió. Trump promete una "victoria abrumadora" y su rival cree que el "ímpetu" le beneficia a ella. Nunca hasta ahora Estados Unidos había tenido que elegir entre dos candidatos tan distanciados entre sí. El expresidente ha intensificado su retórica violenta en busca de un segundo mandato, que lo convertiría en el primer presidente convicto y, a sus 78 años, en el mandatario de mayor edad.
En una carrera llena de sobresaltos, incluidos dos intentos de asesinato contra Trump y el abandono del presidente Joe Biden, Harris hizo una entrada en escena tardía. La exsenadora espera que la defensa del derecho al aborto le abra las puertas de la Casa Blanca. Trump confía en su retórica antimigrantes, a los que acusa de "envenenar la sangre del país", y la inflación, con una campaña que no ha escatimado golpes, incluso contra sus rivales, a los que tacha de "enemigo interno".