Tras cinco meses del cruce que tuvo con Javier Milei, el presidente de España,
Pedro Sánchez, decidió enviar nuevamente a un embajador para hacerse cargo de la sede diplomática española en Argentina:
Joaquín María de Arístegui, quien hasta ahora se desempeñaba como representante del gobierno español en Colombia.
"El Consejo de Ministros, celebrado este martes 29 de octubre, ha aprobado el nombramiento, a propuesta del ministro de Asuntos Exteriores, de Joaquín María de Arístegui Laborde como embajador en Buenos Aires", informó el Gobierno español en un comunicado a la prensa.
En mayo, en medio de los cruces y agravios con el Presidente argentino, el mandatario español había decidido llamar a consulta a
María Jesús Alonso Jiménez, quien se desempeñaba como embajadora en Buenos Aires desde 2022 y quedó provisoriamente al frente de la diplomacia española
Fernando García Casas, el otrora cónsul de ese país en Buenos Aires. Sin embargo, en junio se fue de la Argentina hacia La Paz, para ser embajador en Bolivia.
Milei había lanzado fuertes dichos durante un mitin en Madrid del partido español de extrema derecha Vox, tras conocerse que la justicia española investigaba a Begoña Gómez por tráfico de influencias y corrupción. De vuelta en Argentina, el mandatario rechazó pedir disculpas, afirmando que "el agredido" era él, al recordar que funcionarios del gobierno español lo llamaron "xenófobo", "racista" y "misógino". De todas maneras, Buenos Aires había descartado tomar medidas de reciprocidad cuando España anunció el retiro definitivamente a su embajadora.
Tras los cruces y la salida de los diplomáticos, hubo bastante silencio y se buscó saldar las diferencias para reconstruir la relación bilateral
. Si bien la tensión entre Milei y Sánchez persiste, claramente por los agravios libertarios y la cercanía del mandatario argentino al Vox, en Argentina interpretan la decisión de Sánchez como un “gesto diplomático” para recomponer la relación.
Antes de que el gobierno de Sánchez realizara el anuncio oficial, la Cancillería, encabezada por
Diana Mondino, dio una primera señal de acercamiento: “Argentina y España somos pueblos hermanos, unidos por profundos lazos humanos y sociales. Nuestra lengua y cultura comunes y los importantes intercambios económicos, comerciales y de inversión deben actuar siempre como guía en las relaciones entre nuestros dos países”.
“La relación entre nuestros gobiernos debe estar a la altura de la intensidad de los vínculos que unen a nuestros pueblos y sociedades. Por ello, nos comprometemos a fortalecer nuestra relación para que alcance el máximo nivel de confianza y respeto mutuo en términos políticos e institucionales que nuestros pueblos merecen”, sostuvo el Ministerio de Relaciones Exteriores argentino en el texto.