El nuevo bono, que tiene un vencimiento proyectado para 2031, surge como parte de un plan más amplio de YPF para enfrentar vencimientos próximos, especialmente aquellos de 2025. La colocación, gestionada por un consorcio de bancos internacionales compuesto por Citi, JP Morgan, Bank of America y Santander, representa la segunda incursión de la empresa en el mercado de capitales internacional desde la reapertura en enero, luego de un largo período de seis años sin emisiones.
La oferta de Obligaciones Negociables (ON) recibió una respuesta abrumadora por parte de los inversores, con ofertas por un total de US$ 1.784,1 millones, superando en más de tres veces el monto máximo que YPF pretendía colocar.
La compañía destinará los fondos recaudados a la recompra de dos series de ON que vencen en 2025 y 2027, con el objetivo de reducir su exposición a vencimientos cercanos y gestionar mejor su perfil de deuda.
Actualmente, YPF enfrenta una deuda total de aproximadamente US$ 7.457 millones, cifra que ha aumentado un 18% en el último año.
A pesar de este incremento en la deuda, la empresa reportó una ganancia neta de US$ 1.192 millones en el primer semestre de 2024, marcando un notable incremento del 65% en comparación con el mismo período del año anterior. Esta mejora en los resultados financieros refleja la capacidad de YPF para navegar desafíos económicos y seguir atrayendo inversiones a largo plazo.