La primera aeronave en despegar tras el cese de actividades fue un vuelo de Aerolíneas Argentinas, el AR1368 con destino a Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, que salió a las 11:46. Las medidas de fuerza, iniciadas a las 8 de la mañana por la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) y la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), incluyeron paros de pilotos y asambleas de trabajadores de rampa. Estas acciones estaban inicialmente programadas para comenzar a las 6 y finalizar a las 9, pero fueron modificadas, complicando la logística de las aerolíneas.
A raíz de la protesta, las aerolíneas reprogramaron vuelos y, en algunos casos, trasladaron operaciones a Ezeiza para minimizar los efectos de la medida. Sin embargo, la sorpresiva extensión de la protesta generó un caos logístico considerable. Aunque la operación en Aeroparque está volviendo a la normalidad, el impacto de los vuelos cancelados y demorados se sentirá durante el día, afectando a un número significativo de pasajeros. Algunos podrán ser reubicados en otros vuelos, mientras que otros deberán esperar hasta dos días para completar sus trayectos debido a la alta ocupación actual.
En respuesta a la situación, el vocero presidencial Manuel Adorni anunció que el Gobierno descontará el día a los trabajadores involucrados en la protesta. Los descuentos serán de 1.4 millones de pesos para 108 trabajadores de Intercargo, con aproximadamente 120 mil pesos por empleado, y entre 50 mil y 150 mil pesos para trabajadores de Aerolíneas Argentinas.
Además, se solicitará a la Secretaría de Trabajo de la Nación que imponga severas sanciones a los gremios responsables, y se reiterarán multas similares a la impuesta a APA en febrero, que ascendió a 160 millones de pesos.