La Cámara Federal de Casación Penal confirmó hoy la condena a un mes de prisión en suspenso al ex diputado nacional Juan Emilio Ameri por el delito de perturbación al ejercicio de funciones públicas tras haberle besado los senos a su pareja durante una sesión virtual de la Cámara de Diputados en la pandemia del coronavirus.
La Sala IV de la Cámara, integrada por los jueces Javier Carbajo, Mariano Borinsky y Gustavo Hornos, consideró que se logró probar el delito atribuido al acusado y ratificó el fallo que en primera instancia había dictado el juez federal Ariel Lijo.
El hecho ocurrió el 24 de septiembre de 2020 durante una sesión vía zoom de Diputados para debatir el Fondo de Garantía de Sustentabilidad del sistema jubilatorio y la refinanciación de las deudas de la provincia con la ANSES. Carlos Heller estaba hablando y a través del sistema de videoconferencia
Ameri se encontraba junto a una mujer, a quien sentó en su regazo y besó su pecho desnudo.
"Estoy mal, muy mal. Pensé que se había caído internet. Vino mi pareja a mostrarme cómo le quedaron las prótesis mamarias. Y le di un beso en la teta, eso fue todo", dijo Ameri tras el escándalo que lo llevó a renunciar.
Sin embargo, para la Justicia “
no existe subterfugio alguno que permita justificar su accionar por posibles desperfectos tecnológicos. Muy por el contrario, como miembro de la Cámara de Diputados y representante del pueblo argentino,
debió obrar conforme a tamaña responsabilidad y ejercer su rol como tal sin perturbar la actividad legislativa para la cual fue designado. Y, sin embargo, optó por realizar actividades propias de su esfera de intimidad en plena sesión, lo que evidencia su desapego, tanto por el correcto ejercicio de la función pública, como del propio funcionamiento legislativo por el cual fue elegido por la ciudadanía”. señaló la Cámara de Casación por unanimidad.
"El ex diputado nacional Juan Emilio Ameri tenía conocimiento de las implicancias de las sesiones de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación de asistencia presencial y remota. Es decir, que se transmitía en vivo, que se grababa y que
toda conducta que realizara frente a su cámara sería reproducida al resto de los asistentes", había sostenido el juez Lijo entre los argumentos del fallo que se conoció en abril de este año y que el lunes fue ratificado.
Yhabía remarcado: "Es evidente que sabía que su conducta podía ser advertida por los representantes del pueblo, como así también por todas aquellas personas que estuvieran observando la transmisión en vivo del debate".
