Tras las subas en la luz, el transporte, las obras sociales y todas las comunicaciones, entre otras cosas,
el Gobierno publicaría este viernes el nuevo cuadro tarifario para el servicio de gas.
Según trascendió,
las boletas que resulten del aumento tendrían una tarifa plana con aumentos de hasta el 700%, con mayor impacto de la quita de subsidios en los hogares de menores ingresos, es decir los pobres.
La quita de subsidios, tal como surgió de la última audiencia pública, se concentra en los eslabones de producción, transporte y distribución. Con el esquema propuesto por las empresas en esa ocasión,
los usuarios de altos ingresos (N1) tendrán subas en febrero, marzo y abril de 117%, 37% y 76%, respectivamente. De esta manera, pasarían de pagar $4.558 en enero a $23.772 en abril, lo que significa un aumento del 422 por ciento.
Para los ingresos bajos (N2), el tarifazo será de 134%, 86% y 83% en los próximos tres meses. Las facturas saltarían de $2.179 en enero a $17.356 en abril, con lo que la suba sería de 697%. Los pobres serían el segmento que más sufrirá el aumento.
Un ítem que implica que el nuevo esquema sea tan fuerte en los aumentos tiene que ver con lo "plano". Luego de definir en febrero los cuadros tarifarios para la electricidad, este mes será el turno del gas, y para abril quedará el agua.
Los regulados fueron la categoría que más presión viene ejerciendo sobre la inflación y en el Gobierno consideran que sin estas actualizaciones de precios relativos, ya estarían en "un dígito" mensual.
Durante la audiencia las empresas pidieron además que los aumentos estén atados al Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM) del Indec. Esa indexación es la que estaba contemplada en la revisión integral de tarifas que se había decidido en 2017, cuando gobernaba Mauricio Macri. El Gobierno estaría dispuesto a otorgar un mecanismo de actualización mensual.
El otro punto que deberá contener la resolución es cuánto se le habilitará a actualizar tarifas a las compañías de transporte y distribución de gas. En los informes que presentaron las compañías en la audiencia pública plantearon subas en torno al 500%, para recomponer años en donde tuvieron congelamientos tarifarios.
El precio final de las facturas se compone en un 36% por el costo de producción de gas, que está subsidiado, otro 13% por el costo de transporte desde su ingreso al sistema hasta la red de distribución, 26,2% por la distribución residencial y el 24,7% restante por impuestos. Esa composición varía según la zona geográfica en la que se encuentre el usuario y el nivel de subsidios en base a los ingresos percibidos, en línea con el actual esquema de segmentación. Para el caso de la electricidad, el gobierno definió un índice que se compone del IPIM, pero también del IPC y de la variación de los salarios.
Con el objetivo de ir hacia el déficit cero, el Tesoro transfirió en el primer bimestre de 2024 solamente 383 millones de dólares en concepto de subsidios a la luz, el gas natural, las garrafas y el funcionamiento de la empresa pública Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT). La cifra se ubica muy por debajo de los USD 1.112 millones del mismo período de 2023, de los USD 1.486 de los primeros 2 meses de 2022, y de los USD 552 millones de 2021
La estimación de tarifas finales para Metrogas que abonarán los usuarios se realizó bajo los siguientes supuestos: “(i) Precio del gas natural: nivel 1 y 3 llegarían a abril al costo pleno de abastecimiento, mientras que el nivel 2 pagaría sólo el 50% del costo de suministro; (ii) el valor agregado de transporte y distribución se consideró en base a los incrementos solicitados por las compañías: +524% para transporte y 462% en distribución para los usuarios del nivel 1″. En tanto, para los de ingresos medios (N3) las subas serán de 180%, 66% y 65%. La boleta pasaría de $3.104 a $23.772 en abril, con un acumulado de 666%.
En la actualidad, la boleta promedio a nivel país es de $5.100 para los usuarios de mayores ingresos (N1), de $2.700 en el caso de los usuarios de menores ingresos (N3) y de $2.300 pesos para los de menores ingresos (N2). Esos montos tienen en cuenta un consumo promedio anual sin estacionalidad, es decir que no contemplan el mayor gasto durante el invierno, ni impuestos y/o modificaciones.
