Las internas no terminaron en el PRO, este año el partido amarillo debe renovar las autoridades y
Mauricio Macri aparece como primero para volver a ocupar ese rol, algo que aún no definió oficialmente. Mientras tanto,
Patricia Bullrich busca volver a asumir el control del partido.
Bullrich, actualmente la presidenta del PRO,
llamó a elecciones para los primeros meses de este año cuando asumió al frente del Ministerio de Seguridad de Javier Milei y anunció que dejaría la presidencia del partido. El 13 de diciembre hubo una reunión de los referentes del PRO en las oficinas de Macri en Olivos y decidieron solicitar al Poder Judicial una prórroga del comicio. Entre varios motivos, los referentes del espacio consideraron que era prudente alejar el cronograma electoral de la coyuntura política nacional, signada por los primeros días de gestión del nuevo Gobierno y el tratamiento de la Ley Ómnibus.
El jueves, los presidentes y referentes del PRO de las provincias enviaron al Consejo Directivo del partido la solicitud de acelerar la elección para definir las autoridades. “
Consideramos un tiempo propicio y conducente el de días 45 (cuarenta y cinco) para prorrogar el mencionado calendario proselitista de renovación de autoridades partidarias nacional”.
El plazo comenzaría a contar así desde el fin de la feria judicial, para que el juzgado competente haga lugar a regularizar la situación de algunos padrones distritales y conceda la prórroga solicitada. Si se cuenta a partir de febrero, eso llevaría a que las elecciones internas del PRO se hagan a mediados de marzo o en abril y no a mitad de año como se creía en un principio.
La misiva de dirigentes del interior lleva la firma de 21 presidentes y referentes de distritos, con representación casi todas las provincias. La idea es presionar para que el partido deje de centralizarse en la Ciudad de Buenos Aires y adopte un modelo más federal.
Mientras tanto Macri y Bullrich disputan el poder. La ministra busca fortalecer su figura para presionar por espacios de poder y evitar que el ex Presidente se quede con todo el control del partido. Al exmandatario le conviene, en lo oficial, estar fuera de las arcas del gobierno. Sin embargo, ambos tienen los mismos objetivos para el PRO: quieren formalizar que sea un partido que respalde a La Libertad Avanza y al Gobierno nacional.
Según consignó Infobae Macri y Bullrich llevan semanas sin hablarse, la relación está rota, y llevarán esas diferencias a la puja por la conducción del PRO. Al tiempo que para ocupar la presidencia del partido amarillo resuenan otros nombres como el de la legisladora
María Eugenia Vidal; Nacho Torres, gobernador de Chubut; y Jorge Macri, jefe de Gobierno de la Ciudad. Todavía ninguno de los tres confirmó.