07.12.2023 / Fútbol y política

Macri confirmó que quiere la intervención de Boca: “Riquelme no puede seguir conduciendo con mandato vencido”

Pese a que las elecciones en el club están suspendidas por una denuncia de su espacio sobre supuestas irregularidades, Macri e Ibarra reconocieron que si no se vota "la Justicia dirá algo" y que sería "inusual" que se pueda contratar jugadores o entrenadores.




Los candidatos a presidente y vice de Boca Juniors por la agrupación Pasión + Gestión, Andrés Ibarra y Mauricio Macri, hicieron una conferencia de prensa en la que se victimizaron por supuestas amenazas, intentaron desmentir los números de la actual gestión oficialista que busca seguir al mando del club mediante Juan Román Riquelme, compararon el presente del Xeneize de manera insólita con el River Plate que descendió a la B con Daniel Passarella y a la vez reconocieron que tras haber impulsado la suspensión de las elecciones esperan que la Justicia intervenga la institución.

La Cámara Civil rechazó la recusación de la jueza que avaló la denuncia de Macri y suspendió las elecciones en Boca. Así, la causa vuelve a sus manos, tras pasar por las de otros dos magistrados. No obstante, el tribunal revisor deberá decidir si mantiene la medida de la polémica jueza, si ordena que se vote con el padrón vigente o indica otras medidas. 

En ese contexto, fue Ibarra el encargado de negar que la intención del macrismo sea privatizar a Boca, como advierte Riquelme mediante la alusión a un mecanismo indirecto. "Quieren privatizar el club, dice el vicepresidente. Y nuestra respuesta es la que dimos en toda la campaña: el club es, fue, y será de los socios, nadie quiere privatizar el club”, afirmó quien fuera empleado de la familia Macri desde las empresas hasta el Xeneize, pasando por las gestiones porteña y nacional. 

En ese punto, el ex presidente de la Nación acusó a las movilizaciones masivas a favor de Riquelme de ser "kirchneristas" y advirtió que le "duele" porque "hoy es un club tomado, por la arbitrariedad de él, y de sus hermanos".

"Esto pone a Boca en verdadero peligro. Por eso estoy acá. Para mí era una etapa terminada, le había dado todo a Boca, es mi casa, lo amo, pero manejando toda la información que se maneja, hoy estoy acá (...) No sólo esta movilización de la política que vimos el otro día, sino también negar lo que hizo la jueza, con peritos de la gendarmería. Dijo que iban a ganar 95 a 5. Lo bajo que hemos caído, la jueza tuvo que pedir protección. Y hoy tuve que poner una denuncia porque mi hija fue amenazada públicamente. Estamos en una elección de Boca, no en una competencia de matones. ¿Quisieron recusar a la jefa? La recusaron. Sigue en la causa”, dijo, victimizándose. 

Ibarra, en esa línea de comparar la administración de Riquelme con la política nacional del kirchnerismo, agregó que las acusaciones en su contra configuran "una copia exacta de la campaña del miedo a nivel nacional instalada por Sergio Massa", pese a no poder respaldar con argumentos los datos que proporcionó el oficialismo xeneize. 


INTERVENIR BOCA, SÍ

Tanto Macri como Ibarra apelaron a algunos eufemismos bastante poco sofisticados para reconocer que quieren que la Justicia - o la Inspección General de Justicia - intervenga el club.

“Como saben, dependemos de un proceso judicial. Hoy ha habido un paso importante, que la Sala ratificó la primera jueza, rechazó el pedido de recusación del oficialismo. La causa vuelve a la jueza y tiene que ver con el proceso que le sigue. Qué determinaciones toma en la limpieza del padrón. Si no es el 17 de diciembre, es muy difícil pensar en una fecha”, introdujo Ibarra.



Macri fue bien explícito, fiel a su estilo. “Claramente hay que encontrar una solución porque ellos están con mandato vencido. Esperemos que la Justicia marque un camino y ellos cumplan. En 24 horas se solucionaba el problema del padrón. Riquelme no quería elecciones en Boca”, dijo, pese a que él hizo una denuncia con acusaciones demolidas por los argumentos del apoderado de la lista oficialista.

En ese punto Ibarra comenzó a dejar en claro que la idea de la intervención está en sus deseos y planes, y que no sería algo simbólico sino que piensan en impedir la continuidad de la gestión: "Si esto se posterga para el año que viene, habrá que ver la Justicia qué dice de la hoja de ruta en estos términos de incorporaciones y entrenador. Hay que tener mucho cuidado en las decisiones que se tomen en un momento de transición para una elección. Y viendo las decisiones que han tomado, es un proceso riesgoso. Si esto se dilata, esperamos que la Justicia dirá algo, habrá algo en ese sentido”.

“Si pasara, sería un caso muy inusual (el tomar decisiones hasta las elecciones)", sintetizó Macri, hábil ejecutor de amenazas "implícitas". Y agregó: "Quedan días muy importantes. Si no tiene el culo sucio, limpien el padrón y vayamos a elecciones el 17 o que la Justicia se ocupe del ordenamiento del padrón y se vote el 17. Boca no puede quedar en el aire. Si pasara, sería un caso muy inusual”.

Y concluyó: “Boca no puede quedar en el aire. Primero, pedirle disculpas a la gente por esto. Estamos trabados porque se descubrió esta trampa, los 13.000 socios que no corresponde, y el oficialismo está negado, acusando a la Justicia. Nuestra intención es ir a votar el domingo 17 que es lo que nos queda, convencidos de que somos muchos los hinchas de Boca preocupados por el nivel de mentira y arbitrariedad con el que se están manejando”.


LA INSÓLITA COMPARACIÓN CON EL RIVER QUE SE FUE A LA B

Los niveles de falacia de Macri en su campaña para volver a hacer política en Boca llegan a niveles voraces. Tanto es así que comparó los cuatro años de gestión de Jorge Amor Ameal y Riquelme con el ciclo de Daniel Passarella en River Plate que terminó con el clásico rival descendido y jugando en la B nacional.

“Esto no puede seguir sucediendo por este camino, no van a hacer nada más que seguir destruyendo el club. Maltratando jugadores, a los técnicos, tres técnicos en el último año, esto es mucho peor que lo que le hizo Passarella a River, mucho peor", lanzó Macri.

Y continuó su precoz argumentación: "Adentro de la cancha Riquelme es ídolo, pero afuera es otra cosa, son dos mundos distintos. Los que denunciaron al hermano son socios de Boca, que se vieron perjudicados por la reventa. Son todas cosas que pasan en el club, los referentes tirados contra la pared, los técnicos de Inferiores, un capitán de lujo como Izquierdoz se fue por la puerta de atrás. El maltrato a Battaglia, el más ganador del club, echándolo por la puerta de atrás en una estación de servicio. Esto garantiza que el club va a estar cada día peor. Paremos con la mentira, la manipulación. Basta, Juan Román Riquelme, si vas a ganar 95 a 5, sacá a esos del padrón y votemos el 17 de diciembre”.

Desde las múltiples redes de las agrupaciones que apoyan a Riquelme y que vienen movilizándose dieron a conocer datos que aplastan las palabras de Macri.

Los datos son contundentes: mientras en 2020, el primer año de gestión de Riquelme, Boca se consagró camperón de la Superliga y fue semifinalista de la Copa Libertadores, el River de Passarella en sus primeros 12 meses durante 2010 finalizó decimo tercero en el torneo Clausura y cuarto en el Apertura.

En su segundo año, Riquelme logró que Boca salga campeón de la Copa Maradona y de la Copa Argentina, mientras que el River de Passarella quedó a penas noveno en el Clausura y luego descendió a la B Nacional.

En los terceros años de gestión de cada dirigencia, Boca salió campeón de la Copa de la Liga y del Torneo local y River se consagró en la B y logró el ascenso para luego terminar octavo en el Torneo Inicial. 

Finalmente, en su cuarto año de gestión, 2023, la gestión de Riquelme fue campeón de la Supercopa, finalista de la Copa Libertadores y semifinalista de la Copa Argentina, mientras que el River de Passarella mejoró para llegar a ser segundo en el Torneo Final pero volvió a caer hasta el puesto decimo séptimo en el Inicial. 

Además, mientras que el balance económico de los cuatro años de Ameal-Riquelme arroja saldo positivo por USD 28 millones, Pasarella cerró su paso como presidente de River con un rojo de - USD 35 millones.