Tras el estallido bélico entre Rusia y Ucrania, el gobierno español y portugués retiraron barreras fitosanitarias y le abrieron la puerta al maíz argentino.
Esta decisión se basa en el principio de la Comisión Europea que marca que en circunstancias excepcionales los Estados miembros pueden autorizar la puesta en el mercado y el uso en la alimentación animal de artículos que no cumplen las condiciones establecidas por la legislación. A partir de la guerra en Europa del Este, España y Portugal calificaron como urgente la implementación de las medidas.
El nuevo escenario del comercio exterior podría abrir oportunidades en mercados hasta ahora cerrados para Argentina. La Cancillería tomó nota y elaboró un grupo de trabajo para monitorear las consecuencias comerciales del conflicto, compartir información y coordinar acciones con el sector privado. Lo encabeza la secretaria de Relaciones Económicas Internacionales, Cecilia Todesca Bocco, pero también lo integran funcionarios del Ministerio de Agricultura, SENASA y diplomáticos de las embajadas en Rusia y la Unión Europea.
“El abastecimiento nacional de materias primas como maíz, colza y girasol se ha trastocado por la perturbación en el mercado que produjo la invasión de Rusia a Ucrania impidiendo su exportación”, argumenta la publicación en el boletín oficial de Portugal. En ese mismo sentido, resalta que “el mercado nacional de alimentos para animales es altamente dependiente de la importación de materias primas de origen vegetal de terceros países”.
En ese contexto,
el gobierno portugués confirmó la habilitación de alternativas de suministro inmediato a disposición de los productores. Para Argentina, la medida tendrá un impacto inmediato en el maíz, sobre el que pesaba una barrera fitosanitaria que será levantada temporalmente. Aunque fuentes del sector ya especulan con que las complicaciones de abastecimiento para Europa continuarán y que por lo tanto el beneficio se extenderá en el tiempo.
En el caso de España, la medida fue confirmada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
“Se flexibilizan temporalmente los requisitos específicos para la importación de maíz de Argentina y Brasil, lo que facilitará la entrada de materias primas destinadas a la alimentación animal que suplan la paralización de los envíos de Ucrania por la situación de guerra en la que se encuentra este país tras la invasión rusa. De esta forma, el sector importador puede comprar maíz en los principales países productores del mundo”, explicó la cartera en un comunicado oficial.
Las estimaciones del Gobierno anticipan que el alza de los precios internacionales también tendrá un fuerte impacto sobre la cosecha que viene. Por eso apuntan a fomentar el incremento de la producción.
“Es un año para crecer en serio y abrir mercados que se puedan mantener. Por ejemplo en el trigo, venimos hace años con una producción de 15 millones de toneladas y realmente tenemos mucho espacio para incrementarla. Vamos a garantizar al sector buenas condiciones. Podemos crecer en exportaciones y a la vez abastecer al mercado interno”, sintetizó un integrante del gabinete económico a Ámbito.