El pueblo de Berlín aprobó este domingo
la expropiación de 240 mil viviendas a fin de que el Estado regule el mercado inmobiliario. La capital de Alemania avanzó hacia esta medida en el marco de la crisis derivada de la especulación y concentración en un mercado dónde más del 80% de la población alquila los lugares en los que vive.
El referéndum se votó junto a las elecciones que definieron el espacio político que sucederá a Ángela Merkel, quien abandona el poder luego de 16 años. Con un total de 3.763 mesas escrutadas, el 56% votó a favor del Sí mientras que el 38% dijo No en la consulta sobre la expropiación de viviendas.
LA MEDIDA
La iniciativa pasará ahora al Senado, que deberá ratificar si avanza en la expropiación. De hacerlo, estaría amparado en el artículo 15 de la constitución de Alemania, que habilita la posibilidad de disponer de “el suelo, los recursos naturales y los medios de producción, que pueden ser situados bajo un régimen de propiedad colectiva o de otras formas de gestión colectiva por una ley que fije el modo y el monto de la indemnización”. No obstante, existe una polémica respecto de la posibilidad de presentaciones judiciales para evitar la expropiación.
La medida alcanzaría a las empresas que posean en su poder más de 3.000 propiedades. En la discusión, la inmobiliaria Deutsche Wohnen sobresale por contar con más de 113.000 inmuebles y sería una de las principales alcanzadas por la expropiación.
Berlín pasó de ser una de las ciudades más baratas de la región a observar súbitos incrementos en los alquileres, fenómeno por el que la ciudadanía culpó a las empresas propietarias de grandes cantidades de inmuebles. El Estado en Berlín ya compró 14.750 viviendas y 450 locales por 2.500 millones de euros. En 2019 compró 6.000 casas a la inmobiliaria Aldo Properties. El objetivo de avanzar en las expropiaciones en generar organismos del Estado que regulen el acceso a la vivienda en una ciudad en la que el 80% de la población es inquilino.
MIENTRAS TANTO, EN ARGENTINA
En tanto, en nuestro país la ley de inquilinos no se hace cumplir y el índice por el que se establecen los aumentos anuales de los alquileres se vuelve exorbitante frente a los enormes sobreprecios iniciales que aplican las inmobiliarias y propietarios a los inquilinos que quieren ingresar a una propiedad. Es así que la propiedad privada que cuenta con muchos derechos, pero casi nulas obligaciones impulsa cada vez más el aumento en la expectativa de los ciudadanos y ciudadanas a acceder a un alquiler, así como salir de ese circuito para poder conseguir una compra.
Por tanto es auspicioso este relevamiento en Berlín, aunque –según los representantes de los inquilinos en nuestro país- estamos lejos de poder hacerlo en Argentina. Es que si bien es muy común en Europa que el Estado intervenga en el mercado inmobiliario, la oposición argentina pide cada vez menos intervención del Estado en lo que atiende a la crisis habitacional y la adquisición de viviendas y alquileres, y continúan –junto al lobby inmobiliario- exigiendo la derogación de la ley de alquileres.
Tal es así que según se encuentra la situación en Argentina – y en línea con lo que expresa el máximo referente de los Inquilinos Agrupados, Gervasio Muñoz- el Estado debe empezar a intervenir en los alquileres, en las grandes ciudades y aplicar medidas de regulación. Vale mencionar que Buenos Aires ya se encuentra cercana a un 40% de habitantes alquilando y también hay un alto porcentaje de viviendas vacías producto del boom inmobiliario.
Tal vez la posibilidad de que el panorama cambie para quienes no son propietarios venga de la mano de que se impulse una movilización de sectores de inquilinos en nuestro país, para que estos temas comiencen a tomar un rol más protagonista en agenda como sucedió en Alemania.