El viernes 16 de julio,
Cristina Fernández de Kirchner protagonizó una audiencia judicial histórica, no sólo por el volumen político y también jurídico de su exposición para pedir la nulidad de la causa Memorándum con Irán, sino también porque de encontrar respuesta positiva a su solicitud por parte del Tribunal Oral Federal 8, se podría desencadenar una serie de movimientos en otros expedientes cuyo núcleo de posible interferencia del gobierno de Mauricio Macri contra el kirchnerismo que voltearía varias acusaciones y desnudaría (¿más?) el denominado lawfare.
La Vicepresidenta argumentó que los camaristas de Casación
Gustado Hornos y Mariano Borinsky no fueron imparciales cuando intervinieron en la causa de manera determinante, al reabrir la investigación que la justicia había cerrado por inexistencia de delito después de un trámite totalmente irregular.
La referencia fue la investigación protagonizada por el fallecido
Claudio Bonadio, la DAIA, dos familiares de las víctimas de la AMIA vinculados a la dirigencia comunitaria y, justamente, Hornos y Borisnky, que impulsaron una causa melliza.
Según la denuncia del fallecido fiscal
Alberto Nisman, el memorándum se habría suscripto para hacer caer las circulares rojas de Interpol que ordenan la captura internacional de ciudadanos iraníes acusados del ataque terrorista del 18 de julio de 1994, que causó 85 muertos en la sede de la mutual judía en el barrio porteño de Once. Esta hipótesis fue desmentida por la propia organización de policía internacional, pese que a Bonadio, Hornos y Borinsky no quisieron incluirlo en el caso, y además nunca ocurrió de hecho.
El argumento de CFK tiene un elemento novedoso respecto de su núcleo previo: le agrega mucho músculo jurídico al potente alegato político que siempre tuvo la idea de lawfare, ya que sostiene con fortaleza que todo lo actuado es nulo porque los dos camaristas mencionados no fueron jueces imparciales porque visitaban de manera oculta y muy frecuente al ex presidente Mauricio Macri antes y después de su intervención en el expediente que nació con la polémica denuncia de Nisman.
QUÉ PASARÁ ANTES DE LA DEFINICIÓN DEL TOF 8
La audiencia con el alegato de la ex presidenta fue la primera de dos que van en el mismo sentido:
el 4 de agosto argumentarán los otros imputados que también buscan la nulidad en consonancia con CFK, pero que, como publicó Página 12, también pondrán en foco que nunca hubo chance de cometer delito en el caso del Memorándum. Si no terminan, podría necesitarse otra jornada más.
En un escrito de
Aníbal Ibarra, abogado de
Oscar Parrilli, se recuerda: “Recientemente (año 2020) se incorporó a la causa el informe de Interpol. Textualmente se dice: ‘04/12/2013: - OCN BUENOS AIRES (Oficina Central Nacional Buenos Aires) se envía radio a SG (Secretaría General) haciendo conocer que el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N.6 Sec. 11- es la única entidad que tiene potestad para dejar sin efecto las capturas internacionales ordenadas oportunamente en el marco de la causa AMIA, informando la plena vigencia de las capturas internacionales de los siguientes prófugos…”.
¿Qué significa eso? Que
el único que podía hacer lo que Nisman denunció y jamás sucedió era el exjuez Rodolfo Canicoba Corral, y no lo hizo. Nadie más podía levantar las alertas rojas, como quedó corroborado por el informe de Interpol Buenos Aires agregado el año pasado en el expediente.
El otro hecho que se retomará y se agrega es que desde el principio señaló el juez original de la causa,
Daniel Rafecas, lo recién anticipado:
el Memorándum nunca entró en vigencia porque Irán no lo aprobó en su Congreso. No puede tener efecto jurídico, como indica el código penal, algo que no pasó. Finalmente está la cuestión de que fue un tratado votado por ambas cámaras del Congreso, de manera que podía ser un mal instrumento, incluso inconstitucional, pero nunca un delito.
Este planteo debería tener buenas chances de prosperar, porque fue la base de lo que ocurrió inicialmente: la causa fue archivada por inexistencia de delito. Es el elemento que puede que la Justicia ahora "vea" por la visibilización de las reuniones de Macri con los camaristas que reabrieron un expediente que antes sí tenía en cuenta esas probatorias.
EL ROL DETERMINANTE Y LAS TRES OPCIONES QUE TIENEN LOS JUECES
Puede ser central, dicen los que saben en base al funcionamiento de los juicios orales y los antecedentes, el camino que transite fiscal
Marcelo Colombo.
Por ejemplo, en el marco de la causa Qunita la fiscal Gabriela Baigún incluyó dos nuevas pericias que no integraban la investigación de primera instancia y concluyó a partir de ellas que no hubo delito en el expediente relacionado con los kits para recién nacidos que frenó la legisladora de Juntos por el Cambio Graciela Ocaña.
Dicha fiscal argumentó que esa probatoria es nueva, dictaminó y los jueces del TOF 1 decidieron que sin acusación fiscal no puede haber condenas. Algo lógico y a derecho. Sobreseyeron a todos los imputados y frenó el juicio por innecesario.
En el caso Memorándum, Colombo podría dictaminar que los elementos nuevos son varios: el documento de Interpol diciendo que sólo el juez podía levantar las alertas rojas (ya era evidente antes y además pedía declararlo el ex titular de la entidad, Ronald Noble), y fundamentalmente las visitas a Olivos y Casa Rosada de Hornos y Borinsky, vínculos que pudieron tener influencia en el curso del expediente y que además están prohibidas.
Cabe aclararse que el rol del fiscal y su perspectiva es fundamental, pero no vinculante: el Tribunal puede inclinarse por la nulidad o la inexistencia de delito, más allá de que Colombo mantenga la acusación, aunque difícilmente avance al juicio sin acusación.
Así las cosas,
inevitablemente a partir del 4 de agosto, cuando se produzca la audiencia estipulada, Gabriela López Iñiguez, Daniel Obligado y José Michilini habrán escuchando las intervenciones de todos los imputados y sus abogados y tendrá a la mano tres posibles escenarios de decisión.
Antes, hablará el fiscal Colombo y dictaminará qué planteos acepta y cuáles no. Los tres jueces se tomarán hasta tres semanas para decidir. En el camino, alguna de las salas de Casación podría intervenir tras el pedido de la querella que encabeza la DAIA, la más agresiva del caso y con más vinculación política opositora.
Están los antecedentes de Qunita y, en la Cámara de Casación, de la causa dólar futuro. En ambos casos los jueces se inclinaron por la inexistencia de delito.
Así las cosas,
el Tribunal Oral Federal número 8 tiene estas tres opciones: rechazar todos los planteos (si así lo hace el fiscal Colombo) y ordenar la realización del juicio oral; sobreseer a todos los acusados por inexistencia de delito; o determinar la nulidad de lo todo actuado con la denuncia de Nisman y el camino Bonadio-Hornos-Borinsky, como pidió Cristina Kirchner.
POR QUÉ LA DECISIÓN HACE TEMBLAR OTRAS EMBESTIDAS JUDICIALES CONTRA EL KIRCHNERISMO
Si el TOF 8 acepta el planteo de la Vicepresidenta y dictamina la nulidad de todo lo actuado, principalmente, por las reuniones entre Macri y los camaristas que intervinieron en la investigación, se configura un duro golpe para Comodoro Py y las consecuencias de la actividad de la "mesa judicial M", también investigada.
Es que, básicamente,
las reuniones entre el ex presidente y los integrantes de Casación se produjeron no sólo cuando estos últimos tomaban decisiones sustanciales sobre la causa Irán, sino también sobre otros expedientes centrales impulsados durante el mandato de Juntos por el Cambio.
Podría haber un
legítimo efecto dominó en otros expedientes donde actuaron estos jueces de Casación mientras se juntaban con Macri a charlar y hacer deporte, y los defensores podrían pedir nulidades.
Además, podría sumar capítulos a lo que también se investiga en varios expedientes de Py sobre la mesa judicial. Podría asemejarse, analizó Raúl Kollmann en P12, a lo que pasó en Brasil cuando la Corte Suprema aceptó lo evidente y liquidó por parcialidad todo el proceso encabezado el juez Sergio Moro, luego ministro de Jair Bolsonaro, contra Luis Ignacio Lula Da Silva.
Es que
los jueces de la Casación Borinsky y Hornos se reunieron con Macri 18 y 6 veces, respectivamente, entre Casa Rosada y Olivos. Fue en secreto, como se corroboró, ya que esas visitas fue borradas o jamás incluidas en el Registro Único de Audiencias del Ministerio del Interior de la Nación.
Pero lo más grave,
cada encuentro coincidió con decisiones judiciales que tuvieron o en el mejor de los casos pudieron tener perjuicio para ex funcionarios del gobierno 2003-2015 y su consecuente impacto mediático. No no sólo contra Cristina Kirchner en persona, sino en otros expedientes que van desde la reapertura de una causa contra Luis D’Elía hasta la prisión de Amado Boudou.
La precisión de los encuentros quedó configurada en una ampliación de denuncia que formularon a fines de junio los diputados del Frente de Todos
Rodolfo Tailhade, Leopoldo Moreau y Eduardo Valdés, ante el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi.
“Esto implica un incumplimiento flagrante del Decreto 1172/2003 por parte del Presidente de la Nación, ya que esa normativa lo obligaba a registrar esas audiencias”, afirmaron.
Más allá de que el 23 de diciembre de 2016 Borinsky fue a Olivos a ver a Macri y seis días después, junto con Hornos, reabrieron la Causa Memorando con Irán, y de que el primero repitió misma mecánica en agosto de 2018, no fue su única intervención aparente en expedientes en coincidencias con visitas al ex presidente.
- el 27 de junio de 2016 Borinsky estuvo en Olivos, antes de la creación de la Comisión de Reforma del Código Penal, que presidió el camarista y usa como parte de sus argumentos para visitar a Macri (el otro es jugar al pádel). “Apenas unos días después de la reunión reabrió una causa contra la agrupación política Kolina, liderada por Alicia Kirchner, cuñada de la ex Presidenta” Cristina Fernández de Kirchner
- el 9 de agosto de 2016, Borinsky estuvo en la Casa Rosada. “Apenas dos días después, tuvo una prolífica actividad político-judicial. Junto a Hornos, firmó el fallo que revocaba la prescripción en una causa contra Luis D’Elía. Ese mismo día, esos mismos jueces ordenaron también reabrir otra causa, en este caso contra Aníbal Fernández”.
- el 11 de agosto de 2016, según la ampliación de denuncia, el mismo juez concurrió a Olivos. “Ese mismo día confirmaría un procesamiento en la mediática causa mal llamada Ruta del Dinero K”.
- el 24 de agosto de 2016, Borinsky fue otra vez a Olivos. Cinco días después, rechazó las recusaciones contra los jueces de la Cámara Federal que intervenían en la causa Dólar Futuro, en la que finalmente todos los imputados terminaron sobreseídos por inexistencia de delito.
- el 7 de septiembre de 2016, Olivos de nuevo. “Al día siguiente, la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal, integrada por Borinsky, Hornos y Gemignani, informaba que había concluido una auditoría ordenada por el Consejo de la Magistratura sobre las causas vinculadas a funcionarios públicos desde 1996” .
- el 15 de septiembre de 2016, Olivos. Luego de eso, rechazó una recusación contra Sebastián Casanello, “al mismo tiempo que ese juez era presionado y hostigado a través de una falsa denuncia por haberse reunido en Olivos con la ex Presidenta”.
- el 6 de octubre de 2016, otra estadía en Olivos lugar al que evidentemente iba seguido. “El mismo día rechazó los recursos extraordinarios presentados por la ex Presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la causa por el “Dólar Futuro” por el rechazo de las recusaciones contra el juez Claudio Bonadío y contra los camaristas, respectivamente”.
- el 8 de marzo de 2017 el que estuvo en Olivos fue Hornos. “Un día después de firmar junto a Borinsky la ratificación del fiscal Guillermo Marijuán en la causa de lavado contra Lázaro Báez”.
- el 16 de marzo de 2017, otra vez a Olivos. “Un día después firmó junto a Hornos el rechazo de recursos presentados por Julio De Vido y por Lázaro Báez en la causa de la Ruta del Dinero K”.
- el 2 de agosto de 2018, Borinsky en Olivos. “Una semana después rechazó los planteos de Cristina Fernández de Kirchner, Oscar Parrilli y Luis D’Elia en la reabierta causa Memorando”.
- el 13 de agosto de 2018, Hornos visitó a Macri en la Casa Rosada. “El 22 de agosto Borinsky, Hornos y Juan Carlos Gemignani confirmaron la prisión de Boudou”.
- el 14 de febrero de 2019, Borinsky regresó a Olivos. “Apenas 4 días después, Borinsky, Hornos y Gemignani ordenaron la inmediata detención de Boudou en la causa Ciccone”.
- el 20 de junio de 2019, nuevamente en Olivos. “Esta reunión se produjo unos días después de que Borinsky, junto a Hornos, validara la constitucionalidad de la polémica Ley del Arrepentido, usada en la causa de los cuadernos”.
- el 4 de septiembre de 2019, después de las PASO y antes de las presidenciales, Borinsky estuvo otra vez en Olivos. “Días después de esta reunión, Borinsky, Hornos y Javier Carbajo confirmaron la condena a Amado Boudou”.
- hubo más reuniones; la última de ellas, el 23 de septiembre de 2019, después de la derrota de Macri en las PASO y dos meses antes de concluir la administración JXC.
Con todo esto ya conocido en el espacio público y judicial, “Borinsky rechazó in limine (sin siquiera hacer lugar a la apertura del trámite) una recusación presentada contra él mismo en la causa en la que se investiga el espionaje ilegal llevado a cabo por el gobierno encabezado por Mauricio Macri”.
O sea: Borinsky decidió que Borinsky siga interviniendo. En palabras de los diputados oficialistas denunciantes: “el ‘Borinsky juez’ decidió que el ‘Borinsky tenista’ era imparcial en causas que involucran a su compañero de raquetas”.