En el peor de los climas posibles con alta tensión y actitudes que muestran presión pero también anticipan lo que viene,
el presidente Alberto Fernández encabeza la Cumbre de Jefes de Estado del Mercado Común del Sur (Mercosur), Estados Asociados e Invitados Especiales, en la que Argentina cederá la presidencia pro tempore del bloque a Brasil al día siguiente de que Uruguay anunciara que negociará acuerdos comerciales por fuera de la estructura del bloque.
El encuentro será a través de videoconferencia y será abierto por Alberto Fernández partir de las 11 desde el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada. En lo formal,
es la oportunidad en que la Argentina transferirá la presidencia pro tempore del Mercosur al Brasil de Jair Bolsonaro, que tiene una agenda de flexibilizaciones para el bloque y tiene el apoyo del uruguayo Luis Lacalle Pou.
Justamente
ayer Uruguay anunció que negociará acuerdos comerciales por fuera de la estructura del Mercosur. La decisión se dio a conocer mientras los cancilleres de los países socios del bloque intentaban sin éxito acercar posiciones sobre el tema y sobre la reducción del Arancel Externo Común (AEC) para acelerar una apertura comercial.
Los cancilleres de los países del Mercosur se reunieron de manera virtual durante la jornada en el marco de la LVIII Reunión Ordinaria del Consejo del Mercado Común del Mercosur, Estados Partes y Bolivia, en la que el canciller Felipe Solá presentó el balance de la Presidencia Pro Tempore Argentina (PPTA) 2021.
Los funcionarios del países miembro llegaron a la LVIII Reunión Ordinaria del Consejo del Mercado Común (CMC) con posturas diferentes sobre aranceles y negociaciones bilaterales, y así lo discutían en la sesión vespertina cuando el Ministerio de Relaciones Exteriores de Uruguay comunicó que "comenzará a conversar con terceros para negociar acuerdos comerciales extrazona".
A pesar de la decisión, el Gobierno de Lacalle Pou negó desconocer la cláusula de la conformación del bloque del Tratado de Asunción y la Resolución 32/00 que plantean la necesidad de un consenso del resto de los socios regionales.
Al respecto, el canciller Felipe Solá reafirmó que para la Argentina el Mercosur es "la principal plataforma desde la cual avanzar hacia la inserción en el comercio mundial" y sostuvo que "su consolidación y accionar conjunto consensuado son clave para que esa inserción sea provechosa”.
El saldo de los seis meses que Argentina retuvo el mando del bloque comercial no es el esperado por el Gobierno. Los países miembros no lograron en este tiempo resolver la reducción del AEC como tampoco la desregulación de las negociaciones externas.
En tanto, la decisión de Uruguay de negociar por su cuenta no cayó bien al Gobierno argentino. No sólo porque empañó el cierre de la presidencia pro tempore en manos de Alberto, sino que la medida uruguaya fue interpretada como un incumplimiento del Tratado de Asunción, el documento fundacional del bloque firmado en 1991, en el que los Estados integrantes se comprometieron a la reciprocidad de derechos y obligaciones como también a condiciones equitativas de comercio.
Paraguay, por su parte, manifestó que hay una "situación delicada" en el bloque mientras que entidades como la UIA y las industrias de Brasil también mostraron su preocupación.
La decisión uruguaya no se hizo durante el debate de los Cancilleres, sino que estos fueron sorprendidos en medio de la jornada por "una decisión inconsulta e inoportuna" ya que se adoptó a pocas horas de la Cumbre de Jefes de Estado.
Resta saber si el presidente Fernández buscará un consenso con sus pares que implique un cuestionamiento a los modos de Uruguay pero le permita ratificar su anuncio de negociar por su cuenta a Lacalle Pou, como avala Bolsonaro y lo sigue Mario Abdo Benítez, o si la Argentina se plantará en la cesión del mando a Brasil y el bloque quedará partido en dos.