La diputada nacional del bloque Frente de Todos Fernanda Vallejos dejó claro cuál es el horizonte económico a seguir. En las últimas semanas se reinstaló una discusión tradicional, con respecto a la relación entre la distribución y el crecimiento de la economía argentina. Con este telón de fondo, Vallejos y su colega Luciano Laspina, espadas legislativas en temas económicos en las dos principales bancadas de la cámara baja, marcaron su posición esta mañana en una charla virtual organizada por el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (Ceso).
Vallejos descartó que exista una contradicción entre ambos elementos, y encauzó la discusión hacia otro punto. “No tengo ninguna duda de que una justa distribución es impulso del crecimiento”, destacó al comienzo de su alocución. Argumentó esta premisa en que, en el marco del impacto de la pandemia en los sectores más vulnerables, es necesario aplicar políticas de mejora distributiva orientadas a generar mayor consumo popular para traccionar la actividad y, por lo tanto, también favorecer el empleo y la inversión.
“Es indiscutible que nuestro país necesita crecer y generar más y mejores puestos de trabajo”, aseguró. “Distribuir para recomponer la calidad de vida y la capacidad de compra de los trabajadores y trabajadoras”, sostuvo la economista.
Acto seguido, Vallejos se mostró critica con las políticas del macrismo. En este sentido, enumeró las políticas que provocaron esta caída del producto y el aumento de la desigualdad. “Devaluación, tarifazos, reformulación de las actualizaciones de las prestaciones sociales, eliminación o recorte de retenciones que, junto con la persistente devaluación, dispararon el precio de los alimentos, reforma tributaria regresiva”. Y remató: “Un conjunto, en definitiva, de políticas que erosionaron la demanda de consumo”.
Por su parte, Laspina se enfocó en describir cómo elaborar un plan de estabilización para combatir la estanflación que, según su visión, remonta su comienzo a 2010. “El aumento del gasto social no es condición suficiente para reducir la pobreza”, señaló, aunque no relacionó la pobreza con la desigualdad. “La estanflación del kirchnerismo arrancó allá por el año 2010. Ahí empieza una suerte de stop and go, y ni hablar del 2011 en adelante”, agregó.
Hacia el final, Vallejos retomó el llamado a construir consensos básicos en materia de debate económico que había propuesto antes Laspina. En particular, con relación a que el gran problema a resolver para sostener el crecimiento en Argentina es la restricción externa. “Resolver eso es condición para que el crecimiento deje de chocar con esa barrera”, subrayó.
Por último, la legisladora resaltó que el otro consenso es no aceptar la convivencia entre los niveles de pobreza y los niveles de concentración de la riqueza. “Ese consenso, entonces, debería asumir que los sectores postergados, los sectores que sufren el hambre y la pobreza, no pueden esperar algún hipotético largo plazo, como el que sugieren las versiones de la teoría del derrame”, concluyó.