Mientras la cúpula del Poder Judicial, en particular de la poderosa
Cámara de Casación Penal, sufre un tembladeral por las consecuencias de las múltiples reuniones de
Gustavo Hornos y Mariano Borinsky con
Mauricio Macri en Oivos y Casa Rosada,
la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner recurrió en queja ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación para solicitar que las causas por espionaje ilegal ejercido por diversas entidades del Estado durante la gestión de Cambiemos sigan bajo la órbita de la justicia federal de Lomas de Zamora y no pasen a Comodoro Py.
A través de un recurso de queja directa en su rol de querellante presentado esta mañana por su abogado
Carlos Beraldi ante el máximo tribunal del país, argumentó:
"Resulta imprescindible que la Corte Suprema de Justicia de la Nación intervenga en el caso y, de forma inmediata, emita una resolución que garantice el enjuiciamiento y la sanción de las maniobras delictivas denunciadas ante los Tribunales que por ley resultan competentes".
Según el texto judicial al que accedió Télam, Beraldi pidió que se revea el fallo de la sala IV de la Cámara Federal de Casación que dejó firme la decisión del pase de las causas por espionaje ilegal en la que están procesados los ex titulares de la AFI en el macrismo Gustavo Arribas y Silvia Majdalani del juzgado federal 2 de Lomas de Zamora a los tribunales de Retiro.
"Se ha efectuado una indebida interpretación de las normas reglamentarias de la garantía del juez natural", sostuvo el abogado.
Además, advirtió que "la decisión adoptada puede determinar el entorpecimiento de una investigación de una gravedad institucional inédita, con el consecuente riesgo de que hechos que socaban la vigencia misma del sistema democrático puedan quedar en la impunidad".