Aunque parezca impensado, en la política nacional sigue habiendo dirigentes que quieren volver a la etapa de la última dictadura cívico-militar en la Argentina, cuando se secuestraba, torturaba, asesinaba y desaparecía adultos y niños.
Es el caso de Sara Araceli Aranda, concejala municipal de La Quiaca por Juntos por el Cambio, quien el 12 de marzo publicó en su cuenta de Facebook una foto del genocida Jorge Rafael Videla acompañada por una escandalosa leyenda reivindicatoria.
“Vieron cuando me decían HDP. ¿Qué me dicen ahora?”, reza el texto que acompaña la imagen del militar condenado por delitos de lesa humanidad que compartió la dirigente radical en su cuenta de la red social.
El repudio masivo no tardó en llegar y fue de tal magnitud que, de repente, se vio obligada a borrar el posteo y balbucear a través de un comunicado por escrito una serie de excusas que van desde poner en duda la existencia del posteo hasta reconocerlo pero sostener que el hackearon la cuenta.
Así empezó Aranda sus excusas:
"Era desafortunada porque evoca una figura que todos los argentinos de bien repudiamos y cancelamos. La evocación de esta figura genera odio, dolor y representa una época oscura a la cual ningún hermano quiere regresar... Esa no soy yo. Nuestro país y nuestra ciudadanía tiene la titánica tarea de defender la democracia y también ello se logra evocando los buenos ejemplos que sobran".
“Esta publicación, en el contexto de una red social, es desafortunado y evoca una figura que todos los argentinos de bien repudiamos y cancelamos. La evocación de esta figura genera odio, dolor y representa una época oscura a la cual ningún hermano quiere regresar… Esa no soy yo. Nuestro país y nuestra ciudadanía tiene la titánica tarea de defender la democracia y también ello se logra evocando los buenos ejemplos que sobran antes de otros repudiables", continuó.
Y finalmente, llegó la increíble excusa del hackeo:
"Les aseguro que por mi parte no compartí tal publicación, que la misma está muy lejos de mi ánimo y que en cualquier caso puede haber sido fruto de algún genero de manipulación aun remota de mi cuenta... repudio la imagen del represor condenado por delitos de lesa humanidad y tal es la bandera que sostengo como elección de vida y por supuesto que como militante radical”.
Ante la repercusión de los hecho, el intendente de La Quiaca,
Blas Gallardo, presentó una denuncia ante
Horacio Pietragalla Corti para que interviniera la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, ya que la acción constituye un acto de "odio, negacionismo o apología al terrorismo de Estado que existió en la última dictadura cívico militar".
"Hemos sido elegidos por nuestro pueblo de forma democrática y estas manifestaciones constituyen una falta de extrema gravedad que no nos pueden pasar inadvertidas o amparadas en una falaz interpretación de la libertad de expresión", expresó. Y agregó que se debe "seguir concientizando y cuidando la democracia".
