Como era de esperarse,
el Senado aprobó esta tarde 22 pliegos de acuerdos propuestos por el Poder Ejecutivo luego del concurso público para ocupar lugares en la Justicia Nacional, pero la definición más trascendental que esperaba su confirmación y se produjo fue que uno de los nuevos jueces que surgen de la votación es Roberto Boico, ex abogado de la vicepresidenta Cristina Kirchner, quien a partir de ahora integrará la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal.
El
Frente de Todos votó a favor de todos los pliegos, mientras que
Juntos por el Cambio rechazó el Boico y acompañó a la mayoría del resto de los candidatos. La sesión se extendió por poco más de tres horas, sin la presencia de CFK.
El primer debate ordinario del año comenzó a las 14.10 y el primer tema que se debatió y se aprobó fue la prórroga por 60 días de las sesiones mixtas que rigen desde que avanzó en el país la pandemia de coronavirus.
Boico fue abogado de la actual Vicepresidenta y del senador nacional Oscar Parrilli en la polémica causa que se abrió en contra de ambos, entre otros, por la firma del Memorándum de Entendimiento con Irán. También se desempeñó durante poco menos de un año en la Cámara de Casación Penal.
Ahora,
será integrante de la Sala II de la Cámara Federal junto con el muy cercano al macrismo Martín Irurzun, quien también creó la "doctrina" de las prisiones preventivas para políticos si son kirchneristas, y Eduardo Farah. En tanto,
la Sala I de ese tribunal está compuesta por Mariano Llorens, y los dos magistrados que hace meses fueron polémica y noticia por haber sido nombrados a dedo por Mauricio Macri: Pablo Bertuzzi y Leopoldo Bruglia.
La Cámara Federal es trascendental porque es donde se revisan las investigaciones de los jueces de primera instancia de Comodoro Py. Ahora el tribunal volverá a tener a sus seis integrantes después de 15 años. La última vez fue en 2006. Sin embargo, habrá concursos, como determinó la Corte Suprema, para ocupar los lugares de Bruglia y Bertuzzi, que fueron trasladados allí por decretos de Macri.
En su currículum personal, Boico se presenta como titular de su estudio jurídico desde hace más de 24 años, especializado en derecho penal y constitucional. No obstante,
lo más destacable a mencionar es que participó en varios de los concursos que se fueron abriendo en los últimos años y en todos obtuvo las mejores performances. De hecho, tanto en el oficialismo como en sectores de la oposición se reconoció su buen nivel académico y preparación general.
En la audiencia pública que se realizó el 25 de febrero en el Senado y que evaluó a 11 de los candidatos en cuestión, Boico remarcó que "hay que poner muy alto el concepto de independencia e imparcialidad que tiene que tener el magistrado” y “transparentar un fuero que tiene las causas más visibilizadas ante la opinión pública”.
A pesar de todos estos argumentos objetivos, Juntos por el Cambio volvió a demostrar que critica la ideologización pero es el espacio que más ideologiza lo técnico. Es que el pliego de Boico no fue aprobado por ese espacio. La senadora del PRO
Laura Rodríguez Machado fue quien habló para aponerse con insólitas justificaciones.
“Ustedes hablan de jueces amigos. Boico no es amigo, es re amigo. Defiende a Cristina Kichner en sus causas. Nada hay que decir de la cuestión técnica o de los conocimientos jurídicos del doctor Boico pero este Senado también analiza la imparcialidad de los candidatos y es en la imparcialidad donde queremos evitar a los jueces amigos de ustedes”, dijo la senadora, sin aclarar que ese rol de la Cámara alta trata sobre cuestiones objetivas que no incluyen el trabajo profesional de un futuro fuez en su pasado como abogado.
Por su parte, los senadores también de JXC
Martín Lousteau, Esteban Bullrich, Gladys Gonzalez, Pamela Verasay y Guadalupe Tagliaferri se abstuvieron de votar todos los pliegos que se trataron en la sesión.
Le respondió a Rodríguez Machado la oficialista mendocina
Anabel Fernández Sagasti, que se había anticipado con una dura reprimenda a la política judicial del ex presidente Macri, cuando integró el grupo de senadores kirchneristas que jamás le votó un pliego.
"Hemos dicho cómo el poder judicial y el Ministerio Público estaban en convivencia con el poder Ejecutivo, se acordaban sentencias y escuchas ilegales. Y todo el oficialismo de entonces miraba para el costado", dijo Sagasti.
Y agregó: "Sabemos lo que son y cómo actuaron cuando fueron Gobierno. Siguen siendo lo miso. Creemos que, democráticamente, tenemos que acordar las reglas que rijan un poder judicial que se atañe a la ley. Nosotros fuimos puestos acá para representar a la provincias".
El senador Parrilli defendió la designación de Boico. “Hizo una gran defensa mía, me siento orgulloso”, dijo y se refirió a la postura de la oposición:
“Solo no lo votan por cuestiones dogmáticas, por cuestiones ideológicas porque supuestamente es kirchnerista nada más que eso”.
“Ideológicamente y dogmáticamente están demostrando lo que son. No lo votan a Boico por una cuestión ideológica, lamento que no haya aprendido de la historia”, aseguró Parrilli. La senadora oficialista
María de los Ángeles Sacnun, por su parte, fue en la misma línea pero le enrostró al PRO que hablan de "re amigos" pero un camarista en ejercicio, como
Gustavo Hornos, estuvo seis veces en Casa Rosada con Macri cuando era presidente y lo justificó diciendo que tenían una "relación social".
“Que nos expliquen qué hizo el juez Gustavo Hornos visitando a Macri en la Casa Rosada, que nos expliquen que hacían el fiscal Stornelli y Angelici y muchos otros con este lawfare y este armado de causas. Ustedes tenían una mesa judicial”, sostuvo Sacnun.
Junto con Boico el Senado aprobó la designación de otros 18 jueces para los fueros del Trabajo, Civil, Contencioso Administrativo Federal, Comercial y Civil y Comercial Federal de la Capital Federal y para la Cámara Federal de La Plata y a cuatro defensores oficiales.