Mientras el Gobierno nacional enfrenta problemas internos en algunos casos inevitables y en otros autoinflingidos,
desde Europa observan al presidente Alberto Fernández como "líder natural de América Latina" a pesar de la crisis por la pandemia del coronavirus pero principalmente destacan que "se posiciona" en ese lugar pese a la grave herencia que le dejó su antecesor Mauricio Macri.
El reconocido medio británico
Financial Times, de particular influencia en Europa y con llegada a los Estados Unidos, afirmó en una nota publicada en su edición de hoy que
el presidente Fernández "se posiciona como un líder natural para América Latina", con elogios específicos a su discurso en el último Foro Económico Mundial de Davos, celebrado en forma virtual hace un mes.
El artículo, titulado
"Alberto Fernández, el líder improbable de América Latina", aborda y argumenta por qué es inesperado que el jefe de Estado argentino haya logrado ese rol en el que se está posicionando, según interpreta el medio.
Firmado por Michel Stott, el texto destaca que este posicionamiento se da en el marco de una búsqueda de "un papel regional mayor" de la Argentina y en un contexto económico difícil, agravado por la pandemia de coronavirus.
Pero
lo que principalmente destaca la nota del Financial Times es que era poco probable que un mandatario conduciendo un país en las condiciones en las que lo dejó Macri pudiera lograr ese status. "Presidir un país sumido en el tercer año de una profunda recesión y luchando por renegociar las aplastantes deudas internacionales normalmente descartaría cualquier aspiración a un mayor papel internacional", enfatiza el artículo.
"Estos no son tiempos normales y el pragmático líder de centroizquierda de la Argentina, Alberto Fernández, se posiciona como un líder natural para América Latina, una región devastada por el coronavirus, acosado por graves problemas sociales y económicos y sin pesos pesados", señala la nota.
También, elogia su "elegante discurso" en el Foro de Davos, donde hizo "una llamada de atención para construir una casa común".
Y destaca el diálogo con mandatarios alejados ideológicamente a la vez que con otros más próximos:
"Fernández ha tendido puentes a la izquierda y a la derecha, visitando a los líderes conservadores de Chile y Uruguay mientras festejaba las recientes victorias electorales por socialistas de Bolivia y Ecuador".
En ese sentido, mencionó la presencia del Presidente argentino esta semana en México, como "'distinguido orador' en las conmemoraciones del bicentenario de la independencia" de ese país y marcó el hecho de que se trata del "único líder latinoamericano" invitado a participar de esos actos por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
"Este estallido de diplomacia es oportuno. La administración de (Joe) Biden ofrece una nueva agenda para América Latina, dejando atrás la presión de la era Trump sobre la inmigración y el cambio de régimen en Cuba y Venezuela", aseveró.
Para el autor, en un contexto político de fragmentación, hay un vacío de liderazgo regional que Fernández "espera llenar". Por eso, según interpreta, "no fue casualidad que estuviera entre los primeros líderes mundiales en felicitar a Joe Biden en su elección y fue el primer líder latinoamericano en tener una sustancial conversación con el nuevo presidente de Estados Unidos después de su toma de posesión".
Como contrapartida, remarca que "el líder de extrema derecha de Brasil, Jair Bolsonaro, y el mexicano López Obrador estuvieron en buenos términos con Donald Trump al final de su mandato" y entre "los últimos líderes mundiales en reconocer la victoria de Biden".
Finalmente, agrega que, sin embargo, "los obstáculos para que Fernández juegue un papel regional más importante son formidables" y mencionó entre ellos la falta de foros adecuados para coordinar la región y los intentos fallidos de integración y, a nivel local, la crisis económica argentina y la política doméstica.
"Ante problemas como estos, tal vez no sea sorprendente que Fernández hiciera frecuentes referencias al Papa en su conversación con Biden. La intervención divina podría ser una bendición", concluye la nota.