Como venía anunciando el ministro de Economía,
Martín Guzmán y como -con más picante- viene diciendo el presidente
Alberto Fernández,
hay diferentes sectores económicos que mejoran notablemente y muestran una mayor vitalidad en el proceso de salida de las restricciones más estrictas que se vivieron durante buena parte de 2020 como consecuencia del coronavirus y cada día empieza a quedar más claro que el macrismo fue peor para la economía argentina que de la pandemia sanitaria.
Es que según informó el INDEC,
en noviembre de 2020 la utilización de la capacidad instalada en la industria se ubicó en un muy positivo 63,3%, lo que en primer lugar significó un nivel superior al del mismo mes de 2019, cuando se registró un 60,7%.
Pero además, desde el Ministerio de Economía señalaron que
el porcentaje de uso de maquinaría en las fábricas fue el más alto de los últimos dos años, ya que el dato significó el “mayor desde noviembre de 2018 y se ubica 3,9 puntos porcentuales (p.p.) por encima del nivel pre-COVID (59,4% en febrero)”.
Esto arroja dos consecuencias a destacar: en primer lugar,
cuando todavía golpea al mundo y a la Argentina el coronavirus y sigue habiendo -aunque menos- restricciones a la actividad, las fábricas tienen más máquinas e instalaciones funcionando que cuando gobernaba Mauricio Macri aún con más de un año de gestión por delante; en segundo orden, también hay mayor nivel de maquinaría encendida que inmediatamente antes de la pandemia y la cuarentena.
Los sectores que presentaron niveles de utilización de la capacidad instalada superiores a la media son los productos minerales no metálicos (80,1%), industrias metálicas básicas (75,0%), papel y cartón (71,5%), refinación del petróleo (69,7%), sustancias y productos químicos (68,7%) y productos alimenticios y bebidas (65,3%).
Los bloques sectoriales que se ubican debajo del nivel general son productos del tabaco (59,1%), productos de caucho y plástico (57,2%), edición e impresión (56,1%), metalmecánica excepto automotores (49,9%), productos textiles (49,1%) y la industria automotriz (46,9%).
El desempeño estuvo explicado en su mayor parte por un aumento interanual de casi 31% en la fabricación de maquinaria y equipo, impulsada por los segmentos de maquinaria agrícola y de aparatos de uso doméstico, fundamentalmente heladeras, lavarropas y cocinas.
También influyó la mayor producción de celulares y de autos para el mercado interno, y las mejoras en los rubros de alimentos y bebidas y minerales no metálicos, este último impulsado por los pedidos del sector de la construcción. Según el informe oficial del INDEC, programas de financiamiento en cuotas, como el Ahora 12, contribuyeron a apuntalar la demanda doméstica.