Tras haber votado a favor del informe que condena las violaciones a Derechos Humanos en Venezuela realizado por Michelle Bachelet, ex presidenta chilena y actual Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, pero haber rechazado la declaración del Grupo de Lima que reconoce como mandatario interino a
Juan Guaidó y pide la intervención extranjera para el conflicto,
el canciller Felipe Solá lanzó un contundente cuestionamiento ante empresarios a quienes buscan usar a Venezuela para definir la política regional de la Argentina y el resto de las naciones de Sudamérica.
La cita en que el ministro de Relaciones Exteriores analizó el contexto internacional y las relaciones exteriores de la Argentina fue como parte del bloque de Política Exterior del 56°
Coloquio de IDEA, del que también formó parte Susana Malcorra, la primera canciller del gobierno de
Mauricio Macri.
Solá aseguró que América Latina se encuentra
“muy dividida” por las diferencias que tienen los países de la región en torno a Venezuela, lo que llevó a que se haya dejado de lado
"una agenda de integración muy importante".
"América Latina está muy dividida. Se dejó de lado una agenda de integración que era muy importante. Esos valores eran un activo importantísimo", afirmó el funcionario en su exposición.
En esa línea, insistió en que "el único factor que divide a esos países es qué piensan sobre Venezuela”, por eso lanzó un duro cuestionamiento:
“¿Quién instaló que por esa razón uno es amigo o enemigo de otro amigo americano?".
Si bien no respondió la pregunta y la dejó en función retórica, luego evidenció que incluso los determinantes regionales están cruzados por los lineamientos que bajan desde Estados Unidos para la región como parte de su área de influencia en la pulseada con China y el avance de la ruta de la seda.
Solá manifestó que
"Argentina tiene que insistir con el Mercosur" ya que
"esa es su mejor decisión desde el punto de vista comercial" y sostuvo la necesidad de "mantener la mejor relación posible con Europa y Estados Unidos".
Al respecto, detalló que Argentina va a seguir en su defensa de los Derechos Humanos que es un valor agregado que distingue al país, pero sin mencionar ni al documento del Grupo de Lima promoviendo una acción militar contra el régimen de Maduro de los últimos días ni al contrapunto reciente con Alicia Castro.
En el plano comercial, el canciller rescató que la política de comercio exterior haya regresado al Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto y advirtió que no va a ser sencilla una salida exportadora de la pandemia, aunque sí destacó las posibilidades de exportación de alimentos, de tecnología agroalimentaria y de "know how" agrícola, en especial al África Subsahariana.
"Mientras exista una pandemia, esa es una limitación para los trabajadores y para el futuro. El verdadero futuro será cuando no tengamos más pandemia", agregó Solá.
Por último, el funcionario remarcó que dedica la mayor parte de su tiempo a buscar la manera de que la Argentina aumente sus exportaciones, lo que no es una tarea sencilla porque "el resto de los países se han cerrado y no quieren discutir sus propios superávits".