Lo que se venía construyendo desde hace meses terminó de oficializarse ayer:
tras la fuerte presión pública de Francia y con el respaldo del comité de Comercio Internacional, el Parlamento Europeo (PE) rechazó el acuerdo entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur “en su estado actual” debido a la política ambiental del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, quien fue impulsor de ese pacto de libre comercio de la mano del ex mandatario argentino Mauricio Macri.
El documento titulado
"Informe sobre la aplicación de la política comercial común: informe anual de 2018" fue votado en la jornada en el Parlamento, pero incluyó en una última revisión una enmienda que responsabiliza a la política ambiental de Bolsonaro.
Sin embargo, en la enmienda introducida se sostiene que "el acuerdo de asociación entre la UE y el Mercosur representa el más grande acuerdo de este tipo entre dos bloques y podría crear un mercado abierto ventajoso para las dos partes, donde viven aproximadamente 800 millones de personas", pero recuerda que "este acuerdo contiene un capítulo concerniente sobre el desarrollo durable que debe ser aplicado, puesto en marcha y plenamente evaluado, asi como compromisos específicos en lo que concierne a los derechos de los trabajadores y la protección del medioambiente, incluida la implementación del acuerdo climático de París y las normas de implementación relacionadas".
En el párrafo agregado al documento se lee que el Parlamento Europea
"expresa su profunda inquietud a la vista de la política medioambiental de Jair Bolsonaro, política que se contradice con los compromisos asumidos con el Acuerdo de París". Por ello, la enmienda (que no tiene efecto jurídico vinculante) subraya que
"en estas circunstancias no se puede ratificar el acuerdo entre la UE y el Mercosur en su estado actual".
Este aviso se ha incluido en una resolución respaldada por la cámara a través una enmienda introducida por la delegación francesa del grupo Renovar Europa (liberal), que fue aprobada por 345 votos a favor, 295 en contra y 56 abstenciones.
El texto completo en el que figura esta enmienda es un informe de la Eurocámara sobre la aplicación de la política comercial común, que recabó un apoyo de la mayoría del PE con 431 votos a favor, 140 en contra y 124 abstenciones.
Los parlamentos de Austria y Holanda ya descartaron ratificar el pacto en su forma actual, al tiempo que Bélgica, Irlanda, Luxemburgo y Francia muestran reticencias. Incluso Alemania, gran impulsor del texto, dio un giro recientemente.
QUÉ PIENSAN EN EL GOBIERNO NACIONAL
Está claro que
la oposición al gobierno de Cambiemos, aún no llamada por aquel entonces Frente de Todos, rechazaba el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea que Macri impulsaba junto a su socio, Bolsonaro, hoy responsable de la caída del pacto de libre comercio.
De este modo, podría interpretarse que el Gobierno de Alberto Fernández podría celebrar, aunque probablemente sin manifestaciones públicas, que Europa bloqueara la promulgación del acuerdo. Es que así podría evitarse una futura discusión con los socios del Mercosur (Brasil, Paraguay y Uruguay), más interesados en su aplicación.
De hecho, el canciller Felipe Solá transparentó la posición oficial del Gobierno respecto al acuerdo que Macri suscribió junto con Bolsonaro en junio de 2019, al cierre de la Cumbre de Líderes del G20 en Osaka, Japón.
Como contó El Cronista, el funcionario sostuvo la semana pasada ante empresarios nucleados en el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (Cicyp) que el pacto Mercosur-UE fue rubricado
"sin que hubiera una consulta ni de rutina con el sector privado ni estudios de impacto sectoriales", y expresó de modo indirecto que, de todos modos, de rubricarse el pacto el Gobierno le hubiera dado "continuidad jurídica".
"Nos oponíamos al acuerdo porque daba plazos peligrosos al respecto del ingreso de ciertos productos industriales, y porque no es nada generoso en materia agropecuaria", explicó el canciller, y agregó:
"Pero estamos dispuestos a darle continuidad jurídica al acuerdo cuando Europa se decida". Pues bien, esto último acaba de caerse.
Sobre las críticas a Bolsonaro, el jefe de la diplomacia argentina reseñó que "todo el mundo vio los incendios en el Amazonas a raíz un incidente casi menor", y consideró que la opinión pública europea ve que "todo producto que viene de Sudamérica proviene de una matriz que hace un uso irracional y absurdo de los recursos naturales", lo cual descartó de plano.
Las relaciones entre socios no están en las mejores condiciones, teniendo en cuenta que Brasil le reclama a la Argentina la apertura de fronteras, sobre todo para la importación de vehículos, mientras que el vecino país ha decidido bajar unilateralmente las tarifas que aplica al trigo y el arroz extrazona, perjudicando eventuales ventas de sus vecinos.