Ahora sí, después de 18 extensos años de trámite de un tipo de investigación que nunca toma tanto tiempo,
Mauricio Macri tiene muy malas noticias en el expediente que, según él mismo habría reconocido, más lo preocupa: el juzgado que tramita el concurso preventivo del “Correo Argentino S.A.”, administrado por el Grupo Socma de la ex familia presidencial, recibió cinco propuestas de “salvataje” de empresas y particulares para rescatarla, que, si no prosperan, llevarán a la firma a la quiebra definitiva y eventualmente alcanzaría al emporio de compañías del líder PRO.
Se trata de una de las últimas instancias legales para evitar la liquidación de la firma luego de un proceso legal que se inició en 2001, cuando el Correo comenzó a tener dificultades para afrontar el canon que le pagaba al Estado por la concesión y sus deudas por financiamiento de inversiones.
Tal como informó Télam, a las 9.30 venció el plazo para que los interesados en colaborar con el salvataje de la firma presentaran sus propuestas a la titular del Juzgado Comercial 6, Marta Cirulli, contando los activos y pasivos que pudieran adquirir para sanear las cuentas de la empresa.
Una vez vencido el plazo, la jueza -investigada en el expediente penal por su presunta colaboración en las ayudas para el vaciamiento de la firma- incorporó cinco propuestas de: Ocasa; Transporte Chimiray SRL; MV Cargo SAS; Valuaciones SA y Jorge Alberto Anselmi.
Ahora,
lo que ocurrirá es un proceso de evaluación que se extendería por varias semanas. En éste, se juzgarán las ofertas para, en el mejor de los escenarios, conseguir el acuerdo de los acreedores de querer aplicarse. El acreedor predominante es el Estado, que ya no administra Macri, del que se requiere sí o sí el guiño para el salvataje.
La decisión de iniciar el proceso de salvataje, previsto en la Ley de Concursos y Quiebras, fue confirmada en diciembre por la Sala B de la Cámara en lo Comercial, luego de que la fiscal Gabriela Boquin se opusiera por haber constatado en todo el procedimiento preventivo maniobras para el “vaciamiento” en la empresa, “acuerdos fraudulentos para obtener la homologación del acuerdo preventivo”, “pago de cifras millonarias en concepto de honorarios” y “montos elevadísimos” como anticipos al directorio.
En noviembre de 2003, el entonces presidente Néstor Kirchner rescindió el contrato de concesión al Grupo Macri denunciando que la empresa sólo había cumplido con el pago del canon durante el primer año, por lo que en 2001 la deuda del Correo con el Estado ascendía a 296 millones de pesos.
Quince años después, en junio de 2016, la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial homologó un acuerdo entre el Correo Argentino y sus acreedores para pagar su deuda en 15 cuotas anuales y consecutivas a abonarse desde fines de 2017.
El acuerdo no prosperó porque Boquin consideró que el arreglo era "abusivo" y dañaba "gravemente" el patrimonio del Estado, acusación que finalmente derivó en una denuncia penal contra el gobierno de Mauricio Macri que investigó el juez federal Ariel Lijo. Según los cálculos, el ex presidente intentaba perdonarse entre más de $4 mil millones y $70 mil millones, dependiendo de cómo se haga el cálculo de moneda extranjera e intereses. Según la fiscal la quita superaba el 98%.
Lijo citó entonces a indagatoria a Oscar Aguad, por entonces ministro de Defensa; a Juan Manuel Mocoroa, ex director de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Comunicaciones; a Jaime Cibils Robirosa, presidente de Correo Argentino S.A., y Jaime Leonardo Kleidermacher, abogado de esa empresa; acusados de ser partícipes de la maniobra en la negociación presuntamente abusiva y "perjudicial" para el Estado denunciada por Boquin. Hasta el momento, ya rechazados las últimas dos apelaciones, el juez avanza tan lento como el expediente comercial.
La intervención plena del Correo Argentino S.A. se decidió finalmente en marzo de este año y ahora se cumplimentó el paso de salvataje que aceptó convocar la magistrada, aún a sabiendas que en esta instancia la firma puede volver a intervenir a través de las propuestas de los inscriptos para finalmente llegar a un acuerdo con los acreedores.
POR QUÉ TIEMBLA MACRI CON EL CASO CORREO
La eventual quiebra de la ex concesionaria del servicio postal, que está a un paso de ocurrir, abrirá otro escenario que culminará en la liquidación final. Sin embargo, lo que pone en riesgo a las empresas de la familia Macri son las características anómalas que tuvo todo el procedimiento.
Si Correo Argentino cae, sería el primer paso para investigar a las firmas controlantes Sideco Americana y luego SOCMA, ambas naves insignia del clan Macri, pesquisa que podría llevar al pedido de extender la solicitud de quiebra a esas compañías.
Más allá del perjuicio económico que eso implicaría para los dueños de las acciones de esas firmas,
eso podría también ser la antesala para el avance sobre personas físicas controlantes, como los hermanos Macri y hasta los hijos de este, a quienes en 2009 transfirió sus acciones (y problemas).
Cabe recordar que los Macri le reprochan al Estado incumplimientos en las obligaciones cuando Correo operaba, lo que, según ellos, había anulado la renta del negocio. Por esto, llenó de demandas millonarias el fuero contencioso administrativo federal. El último acuerdo fallido, denunciado como delito cuando Macri era presidente y negoció en nombre del Estado, incluía una insólita cláusula para empezar a pagar su deuda una vez que cobraran su contrademanda.