El presidente Alberto Fernández anunciará la estatización de Vicentín, una de las principales productoras y exportadoras de alimentos del país, bajo un formato similar al de YPF: lo destacado del caso es que se trata de la firma que había pedido la quiebra en diciembre casi en simultáneo con la recepción de un injustificado y multimillonario préstamo del Banco Nación, y que meses antes, de cara a las PASO, había financiado la campaña electoral de Juntos por el Cambio.
El mandatario decidió que el Estado argentino rescate a la alimenticia y aceitera, que se había declarado insolvente en diciembre, con deudas por casi USD1500 millonescon el Banco Nación y más de dos mil productores y quinientas PyMEs del sector. De hecho, se investiga la responsabilidad de sus directivos y funcionarios del gobierno anterior en la quiebra, principalmente con el ojo en la administración del BN de
Javier González Fraga.
El Presidente determinó
hacer valer las acreencias con la banca pública producto del escándaloso préstado del Banco Nación de Macri, para así transformarla en una empresa mixta con control estatal, utilizando un modelo similar al de YPF.
Se trata de un formato sumamente utilizado en el mundo, principalmente en Europa, ante situaciones en que el Estado presta dinero a firmas que luego no pueden repagar, de manera de sostener el empleo y posibilitar la continuidad del trabajo de la compañía en cuestión sin que las arcas públicas sufran.
Con esta decisión, el Estado quedará en condiciones de garantizar la continuidad de los más de siete mil trabajadores directos de la firma, y aproximadamente veinte mil indirectos. También puede así controlar posiciones clave en la cadena de la industria alimenticia, tanto en abastecimiento del mercado interno como a la exportación de granos.
Se dispondría así, según adelantó Ámbito Financiero, la creación de YPF Agro SA y la intervención de Vicentín, unificando la operación de las compañías. El objetivo del Gobierno sería “rescatar” a la empresa con el objetivo de hacer frente al pago de deudas a productores de interior, renegociar con los bancos acreedores y asegurar la paz social y estabilidad laboral con gremios.
El Banco Nación de González Fraga le prestó $18 mil millones, eludiendo todas las regulaciones y su propia carta magna. De los 72 empréstitos, 28 se autorizaron en noviembre. El monto representa el 78% de la deuda bancaria de la firma y, además, implicó el compromiso del 20% de la responsabilidad patrimonial computable del banco.
Todo esto ocurrió después de la derrota de Juntos por el Cambio en las urnas. Justamente,
Vicentín fue la mayor aportante privada de esa campaña del ex oficialismo, al menos hasta las PASO 2019, cuando puso para buscar la reelección de Macri un total de $13.500.000 en dos días.
El ex titular del BN González Fraga se encuentra imputado, junto a otros funcionarios. También se investiga si ese dinero se fugó del país triangulando operaciones simuladas en el extranjero.