Como si la revelación y la consecuente denuncia penal de una lista de unas 80 direcciones de email "chupadas" que la interventora
Cristina Caamaño de la Agencia Federal de Inteligencia encontró en una computadora del organismo, la denuncia de un ex funcionario de esa dependencia que fue víctima de un atentado y las maniobras de "la mesa judicial" de presiones sobre jueces y fiscales fueran poco,
el periodista Horacio Verbitsky publicó que la ex Side durante la gestión de Mauricio Macri también perseguía y fotografiaba a dirigentes de primera línea de su propio espacio político, como Horacio Rodríguez Larreta y Emilio Monzó, y ajenos, como Graciela Camaño, entre otros.
Según un artículo del portal El Cohete a la Luna, en los "sótanos de la democracia", como llamó el presidente
Alberto Fernández a las actividades ilícitas de la AFI,
la actual gestión del organismo se encontró con seguimientos a reconocidas figuras políticas propias y ajenas, a quienes se les sacaba fotos tanto
en actividades políticas como en otras de la vida privada, con
posibles fines extorsivos según interpretó Verbitsky.
Si bien las imágenes obtenidas de los dirigentes escogidos eran archivadas bajo
nombres en código, el alto conocimiento público de las personas que aparecen en las fotos no dejan lugar a dudas sobre su identidad, según consigna la nota.
Entre los dirigentes de Juntos por el Cambio perseguidos y fotografiados se destaca por lo lejos una figura: el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, cuyas imágenes tomadas por la AFI de Macri y Gustavo Arribas, el amigo presidencial "acostumbrado a las trampas", son al entrar y al salir de un edificio particular.
Otras dos figuras de la coalición oficialista que fueron sometidas al mismo tratamiento por Arribas y Silvia Majdalani, son el también espiado a través de los mails, el ex presidente de la Cámara de Diputados
Emilio Monzó, y su principal socio político y ex jefe de la bancada de diputados del PRO,
Nicolás Massot, también con el correo "chupado".
Los espías apodaron
"Punto Cero" a Monzó, mientras que los agentes se refirieron a
Massot como "Durazno", posiblemente por el color de su pelo.
Estas balas internas que se despegarán en Juntos por el Cambio no serán gratuitas. La polarización entre los halcones -
Patricia Bullrich y
Miguel Ángel Pichetto a la cabeza, con Macri y Peña a las sombras detrás- y las palomas, entre las que se destacan Larreta y María Eugenia Vidal, no viene en su mejor momento.
Cuando se conoció la lista de mails intervenidos que ya tiene la Justicia y que significó la imputación de Macri, Arribas y Majdalani, entre otros, el jefe del bloque PRO,
Cristian Ritondo, esgrimió ante micrófonos y en la Comisión Bicameral Permanente de Fiscalización de los Organismos y Actividades de Inteligencia el argumento de poner en duda el origen del material y requerir precisiones procedimentales. Bullrich, en cambio, hizo chistes de poca altura sobre "el Súper Agente 86".
Los seguimientos y las fotografías también alcanzaron a dirigentes fuera de Cambiemos o Juntos por el Cambio, que son parte del peronismo amplio que estuvo un tanto menos lejos del macrimo o distanciado -como actualmente- del Frente de Todos. Es el caso de Graciela Camaño, la entonces presidenta del bloque del Frente Renovador que respondía a Sergio Massa, pero hoy fuera del FDT.
Los espías de la AFI de Arribas y Majdalani usaron
"Ramona" como sobrenombre para Camaño, segun el portañ ECL. Uno de los datos más llamativos del espionaje ilegal realizado por la AFI, es que el seguimiento alcanzó incluso a la secretaria la diputada nacional y consejera de la Magistratura.
Más allá del caso de los aprietes públicos de
Gabriela Michetti al ex titular de la UFI-AMIA Mario Cimadevilla y de las tres denuncias que los 14 miembros de la bicameral -11 de manera presencial- oyeron en la reunión convocada el miércoles pasado por su presidente, Leopoldo Moreau, el caso de los mails chupados ya genera tensiones en el entorno de Macri.
Luego de estudiar la denuncia de la interventora de la AFI Caamaño, el fiscal Jorge Di Lello decidió requerir la instrucción e imputó por la inteligencia ilegal a Macri, Arribas, Majdalani y
Darío Biorci, cuñado de la ex número dos del organismo y es jefe de Gabinete de la ex Side. También apareció mencionado en uno de los informes secuestrados en la computadora de Marcelo D’Alessio, como nexo entre la agencia federal y bandas de contrabandistas. El agente que usaba la computadora donde se encontró el listado de los 80 mails dependía de Biorci.