Finalmente, fue reelegido en la Organización de Estados Americanos (OEA) y conducirá el organismo por los próximos cinco años Luis Almagro, el uruguayo que generó polémica en los últimos años por pedir la intervención extranjera y hasta militar de Venezuela y que impulsó el golpe de Estado en Bolivia.
La votación se desarrolló en la sede que el ente posee en Washington, Estados Unidos. El diplomático uruguayo
venció en las elecciones a María Fernanda Espinosa, la candidata ecuatoriana que fue apoyada por los líderes más progresistas de la región, como sería el caso de Alberto Fernández, el presidente argentino.
No obstante, en el marco de la actual correlación de fuerzas entre los líderes regionales, Almagro consiguió 23 votos contra los 10 que recibió Espinosa. Un elemento central, más allá del apoyo de
Donald Trump, para que el camino del uruguayo, de 56 años, se allanara fue luego de la renuncia del peruano
Hugo De Zela, un diplomático de 68 años postulado por su país con amplia trayectoria en la OEA.
Cabe recordar que Almagro fue canciller de
José "Pepe" Mujica en Uruguay hasta 2015, pero luego, durante 2018, el Frente Amplio de ese país expulsó a titular de la OEA reelegido luego de que pidiera abiertamente sacar a
Nicolás Maduro de Venezuela incluso si fuera necesario el uso de la fuerza por parte de países extranjeros.
Además, el año pasado intervino fuerte en el proceso que derivó en la interrupción de la democracia en Bolivia, con el golpe a
Evo Morales, cuando en primer lugar puso dudas sobre las elecciones en ese país a pesar de carecer de argumentos verificables científicamente y luego incluso apoyó la amenaza ejecutada por los militares al ex mandatario boliviano que derivó en su renuncia forzada.
En el marco de estos dos hechos, es claro que Alberto Fernández lo quería fuera de la OEA. Según informó el portal La Política Online, el acuerdo se selló en un encuentro que tuvieron el canciller argentino, Felipe Solá, con su par mexicano, Marcelo Ebrard, en Montevideo durante la asunción de Luis Lacalle Pou como Presidente de Uruguay. La postura del Frente de Todos estaba entre Espinosa y el peruano de Zela, pero primó la estrategia de apoyar a quién más votos junta. Esa es la ecuatoriana que lanzó su candidatura con el apoyo central de México, cosa que posiblemente haya influido en la baja del aspirante de Perú.
Cada candidato a Secretario General necesitaba obtener al menos 18 votos de un total de 34 miembros activos de la OEA para lograr el puesto. Treinta y tres votaron el viernes. La elección ocurrió a pesar del llamado de varios países latinoamericanos a postergar la votación debido a la rápida propagación del coronavirus.
Países como la Argentina y los de la Comunidad del Caribe (CARICOM) expresaron esta semana en cartas estar preocupados por los riesgos a la salud de los diplomáticos que fueran llamados a la reunión en la sede de la OEA en Washington. Portavoces del organismo internacional dijeron que la reunión fue organizada siguiendo estrictamente los parámetros que dictan los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, conocidos como CDC en los Estados Unidos.
Veintisiete ex jefes de Estado y de Gobierno de España y Latinoamérica habían expresado hace dos semanas su apoyo a la reelección del actual secretario general de la OEA, entre los que figuraron dirigentes consevradores, como José María Aznar, Vicente Fox, Felipe Calderón y Mauricio Macri.