Tras unos meses sin conocerse novedades del escándalo judicial por la causa de la banda del espionaje ilegal, las extorsiones y las causas falsas que tuvo como cara más visibile al falso abogado
Marcelo D´Alessio pero que hasta involucra a actores políticos de Cambiemos,
el juez federal a cargo del expediente, Alejo Ramos Padilla, presentó una serie de resoluciones en las que denuncia que en Comodoro Py avanzan con maniobras para salvar al fiscal Carlos Stornelli, uno de los imputados en la investigación.
El magistrado de Dolores básicamente
acusa a varios de sus colegas de los tribunales de Retiro de querer desarmar en partes el expediente que él tramita en el distrito bonaerense y, mediante esta maniobra, rescatar al fiscal procesado y declarado en rebeldía.
Los jueces
Julián Ercolini, Sebastián Casanello bajo la orden de su superior Martín Irurzun, y el fallecido Claudio Bonadio (ahora reemplazado por Marcelo Martínez de Giorgi) le presentaron planteos a Ramos Padilla para quedarse con partes de la causa. El magistrado de Dolores rechazó entonces el envío de esos fragmentos de la causa a Comodoro Py.
Tal como reveló Página 12 en una nota de Raúl Kollman,
el argumento de Ramos Padilla es todas las maniobras que perpetraron D'Alessio, Stornelli, los comisarios Ricardo Bogoliuk y Aníbal Degastaldi, el fiscal Juan Ignacio Bidone y el ex agente Rolando Bareiro, entre otros, deben ser investigados como un todo, como operaciones de una misma asociación ilícita dedicada al espionaje ilegal, las extorsiones con intereses políticos y el armado de causas falsas, con vínculos con dirigentes o funcionarios políticos y el Estado, en especial la Agencia Federal de Inteligencia (AFI).
"En uno de esos casos, el doctor Stornelli aparece como parte querellante, en otro como pretenso querellante y en el restante directamente es el fiscal de la causa", detalla Ramos Padilla, para exponer lo escandaloso de estas maniobrar y destacar la particularidad del intento de ayudar a fiscal.
OPERACIÓN I
Sólo una semana después de la irrupción del escándalo por la extorsión de D'Alessio al empresario Pedro Etchebest, Stornelli inició su camino de mostrarse como víctima al presentarse en la justicia de Comodoro Py, donde trabaja, con una denuncia contra el falso abogado por defraudación. Quiso instalar que éste lo invocaba de manera fraudulenta.
Así, intentó llevarse la causa al edificio de Retiro, donde juega de local. La causa le tocó a
Julián Ercolini, que aceptó el criterio del fiscal rebelde y le permitió ser denunciante y querellante en esa causa.
Ramos Padilla respondió a ese expediente con dureza: "Es necesario mantener siempre presente la inversión de los roles procesales: mientras en este juzgado se investigaba el rol de la AFI en los hechos, y se lo tiene a Stornelli como imputado, Ercolini ha avalado que estos mismos actores se constituyeran como querellantes".
O sea, el juez le dice a su par que en Dolores, D'Alessio, Stornelli, la AFI y compañía son parte de una banda de espionaje y extorsiones, mientras que Comodoro Py los toma como víctimas. Ramos Padilla, de hecho, le recuerda a Ercolini que los investigados que él pretende constituir en atacados tenían chats, mensajes, reuniones, e incluso D'Alessio espiaba al ex marido de la esposa de Stornelli por pedido de éste último.
Ercolini argumenta que gran parte de los delitos ocurrieron en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires, por lo que Ramos Padilla no tiene competencia. El magistrado de Dolores le reitera que la extorsión se concretó en el regreso de una reunión entre D'Alessio y Stornelli en Pinamar, es decir que en ese viaje el falso abogado le pidió a Etchebest 300.000 dólares para aliviarle una supuesta complicada situación en la causa de las fotocopias de los cuadernos. Además, le recordó que la Cámara Federal de Mar del Plata ya lo confirmó al frente del expediente.
La conclusión es que el juez de Dolores no dejará su lugar de ninguna parte de la causa, no sólo la que investiga la extorsión a Etchebest en Pinamar.
OPERACIÓN II
En este caso, el juez
Sebastián Casanello quedó como rehén del polémico camarista Martín Irurzun. Es que el primero le reclama a Ramos Padilla que deje de instruir el caso de la extorsión de D'Alessio a Pablo Erasmo Barreiro, un ex secretario de Cristina Fernández de Kirchner, pero por orden de su superior.
El padre de Pablo, Ricardo Barreiro, estaba detenido en la causa de las fotocopias de los Cuadernos y eso fue aprovechado por la banda de D'Alessio para "poner en pánico" al hijo haciéndole saber que también a él estaban por detenerlo. Invocaron la relación con Stornelli y que ellos podrían arreglar todo. Nuevamente el fiscal se ubicó como víctima, pese a que Pablo Barreiro declaró que cuando se presentó a declarar ante el propio Stornelli le advirtió que le estaban pidiendo dinero en su nombre. La declaración de Barreiro nunca apareció en la causa.
Casanello opinó inicialmente que la causa le correspondía a Ramos Padilla, pero Stornelli y otro imputado -que luego fue abogado de Stornelli-, Carlos Liñani, apelaron lo decidido por el juez. Irurzun, presidente de la Cámara Federal, revocó el fallo del juez de Comodoro Py y virtualmente le ordenó que le reclamara la causa a Dolores.
Evidentemente, la decisión de Irurzun también apuntaba a llevar el expediente a Comodoro Py, donde jugaron a favor la cabeza política de la Casa Rosada hasta el 10 de diciembre, donde estaba Mauricio Macri, quien es amigo y fue jefe de Stornelli en Boca Juniors.
Nuevamente, el juez de Dolores insistió con que no corresponde desguazar el expediente porque se trata de una única asociación ilícita que él viene investigando desde hace más de un año y en la que hay detenidos, procesados y una cantidad enorme de pruebas recolectadas.
OPERACIÓN III
Es el más escandaloso, como explicó P12. En su resolución de rechazo, en este caso, a Bonadio, Ramos Padilla adelanta que habrá un texto más largo y específico dedicado al planteo que le hizo el juez fallecido y que heredó
Marcelo Martínez de Giorgi, hoy a cargo del juzgado 12.
Uno de los ingredientes de la movida es que en esa causa el fiscal es nada más y nada menos que el propio Stornelli. Explicado de la forma más directa y clara posible: antes de morir, Bonadio le exigió a Ramos Padilla correrse de la investigación, para que él (Bonadio) y Stornelli investiguen a Stornelli.
Es el expediente relacionado con la compra de Gas Natural Licuado (GNL). Como se sabe, la prueba esencial de esa causa fue un peritaje trucho armado por el ingeniero David Cohen, hoy a punto de ir a juicio por falso testimonio agravado. El estudio indicaba la existencia de sobreprecios en base a un precio del GNL que se manejaba en gasoductos de Estados Unidos, incomparable con el gas traído en barcos. Para sostener esa postura descabellada, Cohen copió textos de estudiantes chilenos, sin siquiera citar la fuente y mencionando a organismos internacionales inexistentes.
Dado el hundimiento de la prueba principal, el que vino a tratar de salvar el expediente -que apuntaba a Julio De Vido, Roberto Baratta y Cristina Fernández de Kirchner- fue D'Alessio. El falso abogado declaró dos veces en secreto, el 5 y el 12 de noviembre de 2016. Los elementos de prueba que aportó surgieron de allanamientos a la vivienda del mismo testigo, es decir el espía ilegal y falso abogado, donde se encontraron archivos de preparación de la maniobra.
Otra vez, entonces, se produjo la jugada de exigirle a Ramos Padilla que entregue una parte de su investigación, desguazando el expediente que tramita en Dolores. Y esa es la pretensión que fue rechazada por el magistrado.