Tras algunas idas y vueltas,
finalmente se confirmó que el embajador argentino en España decidido por Alberto Fernández será el dirigente radical Ricardo Alfonsín, con lo que el Presidente no sólo da un contundente gesto de apertura y diálogo hacia la Argentina y la grieta sino también con el mundo y las finanzas como objetivo buscado.
En el marco de su gira europea, el jefe de Estado arribó a España, donde se reunió con el presidente del Gobierno,
Pedro Sánchez, quien respaldó la renegociación de la deuda externa argentina, y con el
rey Felipe VI, a quienes les adelantó que el ex diputado radical e hizo del ex mandatario Raúl Alfonsín ocupará la representación argentina en Madrid.
Según informaron fuentes oficiales, el ex legislador fue elegido especialmente para conducir la diplomacia que trabaja en la sede de Fernando El Santo, a dos cuadras del distinguido Paseo de la Castellana.
“Queremos un político que muestre la apertura y el diálogo de nuestro gobierno”, aseguraron desde el Gobierno hace algunas semanas. Nada mejor que "Ricardito", ya que se trata de un dirigente que, a pesar de sus disidencias, integró Cambiemos durante los años de macrismo y nadie podría cuestionar su pertenencia al radicalismo.
“Mandaré el plácet el fin de semana”, les dijo Fernández a Sánchez y a Felipe. El rey, según Infobae, respondió que conoce al hijo del primer presidente de la democracia desde que eran chicos y, como dato curioso, comentó que en el Palacio Real trabaja alguien que se llama Alfonsín.
A pesar de que sonaron nombres de peso, como los de
Emilio Monzó y Eduardo Duhalde, si bien Alfonsín en distintas oportunidades negó que fuera a aceptar algún cargo bajo la explicación de que sería más útil al país desde afuera del Gobierno, la persistencia presidencial logró el objetivo.
De esta manera, con Alfonsín en Madrid el Frente de Todos incorpora un extrapartidario en una embajada clave para la diplomacia argentina, en reemplazo del peronista misionero Ramón Puerta, designado por Mauricio Macri.