A casi un mes del estreno de la serie de Netflix titulada
“Nisman: el fiscal, la presidenta y el espía”, en la que la plataforma de streaming desarrolla una mirada que apunta más a la hipótesis del suicidio que a la del homicidio del fiscal,
Antonio "Jaime" Stiuso, el ex espía más famoso de la Argentina y uno de los protagonistas del relato mencionado, reveló que no le gustó el documental y esgrimió sus razones.
Según reveló Noticias en una nota de Rodis Recalt, Stiuso
"confió a sus allegados" que no le gustó el producto de Justin Webster, el director, porque
"le faltó información" y
"usó a dos agentes norteamericanos que trabajador poco durante el caso para contradecirlo".
Los apuntados por el polémico ex espía de la Side son James Bernazzani, quien fue asignado al caso AMIA por parte del FBI entre 1997 y 1998, y Ross Newland, nada más y nada menos que el ex jefe de la CIA en Buenos Aires. Es que
el testimonio de ambos expone que tanto Stiuso como Nisman estaban atados a los intereses de los Estados Unidos. Claramente, ambos trabajaron para agencias que conocen de primera mano lo que ocurre en ese país.
En el documental, Newland asegura haber sido amigo de Stiuso, pero allegados al ex agente de la SIDE sostienen que no son cercanos. Noticias sugiere que el que quedó con algún resquemor sería el argentino. El hombre de la poderosa CIA lo define en Netflix como una suerte de
“Rasputín de la política argentina”, un personaje al que le gusta “figurar”.
"Jaime era el número dos de Contrainteligencia en aquel momento. Financiábamos diferentes operaciones de fijación de objetivos. Queríamos que hicieran ciertas cosas para resaltar ciertos objetivos", desnudó Newland.
Sin embargo,
según el mismo artículo "lo que más molestó a Stiuso" fue que tanto la CIA como el FBI sostuvieran que la pista iraní sobre el atentado a la AMIA, aquella que apuntaló el ex espía argentino y empujó a Nisman en el mismo camino, estaba “floja de papeles”.