Finalmente, mañanan se llevarán a cabo las esperadas elecciones provinciales en Mendoza, la primera batalla de votos desde que el 11 de agosto el Frente de Todos aplastó a Juntos por el Cambio en las PASO. Por eso,
mientras Mauricio Macri implora que el radicalismo local que conduce el actual gobernador Alfredo Cornejo consiga un triunfo de la mano de su delfín Rodolfo “Rody” Suárez, dirigente que se despegó todo lo que pudo del Presidente al punto de hablar de "campaña sucia" cada vez que le recordaron que son del mismo espacio políticoy aislar a la provincia de la ola peronista; el peronismo tiene expectativas de dar un batacazo camporista con Anabel Fernández Sagasti a la cabeza, la candidata de la unidad que viene creciendo y podría subirse a la ola de votos que dejaron Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner.
El radicalismo y el peronismo mendocinos pulsearon toda la campaña con estrategias metodolólogicamente opuestas:
mientras Suárez camina con Cornejo e intentó por todos los medios provincializar la elección y despegarse fuerte de Macri, Fernández Sagasti recibió más de una vez en Mendoza al candidato presidencial del Frente de Todos y a todos los gobernadores peronistas con el objetivo de subirse a la ola del voto opositor para sacar a la UCR del gobierno mendocino.
“No soy el candidato de la Casa Rosada ni el candidato de Cambiemos", le dijo Suárez, el intendente de la capital provincial que busca ser gobernador, esta semana a Futurock. El tenor del mensaje, que dada la evidente pertenencia política de ese dirigente al espacio de Macri en cualquier otro contexto hubiera generado una bomba, no provocó ningún reproche desde Buenos Aires.
Es que el Gobierno hace tiempo que asumió que la prioridad de los candidatos es salvar sus distritos, aunque eso implique desentenderse de la suerte del Presidente. Desde julio, cuando viajó para habilitar junto a Cornejo un nuevo tramo de la ruta 40, Macri no volvió a aparecer por la provincia. Un mes antes, Suárez hacía aplastado al referente del PRO Omar de Marchi y al también radical Fernando Armagnague. En total, el Frente Cambia Mendoza había obtenido el 42,89% de los votos, siete más que el peronismo, unido bajo el lema Frente Político y Social Elegí.
Sin embargo,
Macri intentó participar de una posible celebración de la UCR en Mendoza si el domingo Suárez le gana a Fernández Sagasti, pero chocó una vez más con Cornejo.
Es que según reveló el portal LPO, el gobernador le explicó que así como prefirió hacer una campaña provincial sin mencionarlo no tiene sentido compartir un festejo ante un electorado que no lo habrá tenido en cuenta cuando ponga el sobre en la urna. La conversación habría sido hace unos 20 días y luego hubo charlas entre Cornejo y Marcos Peña y otras de segundas líneas, todas con el mismo final.
En el peronismo, en cambio, hubo sorpresa en esas primarias. Por una diferencia de apenas un punto,
la senadora nacional que milita las filas de La Cámpora, Fernández Sagasti, se impuso al intendente de Maipú, Alejandro Bermejo, quien jugaba como la espada del PJ tradicional mendocino.
El frente, en total, obtuvo 35,64% de los votos y empezó a reorganizarse para terminar encolumnado y sin fisuras detrás de la senadora,
muy cercana a Cristina Fernández de Kirchner y a Mäximo Kirchner, y a la vez muy bien valorada por Alberto Fernández.
Tras eso, los pronósticos auguraban un triunfo sin sobresaltos de la UCR en las generales de mañana, hasta que pasaron las PASO nacionales y el Frente de Todos consiguió 47,65% de los votos en las primarias de agosto y aplastó incluso en Mendoza a Juntos por el Cambio. Ni siquiera allí, bastión del radicalismo, escapó a la victoria peronista.
Es que en Mendoza, donde gobierna Cornejo, Alberto consiguió un 40,48 % de los votos, tres puntos más que los logrados por Macri, que se quedó en 37, 33%.
Además, el Frente de Izquierda y Protectora Fuerza Política buscarán dar la sorpresa, aunque los indicios señalan que la elección se polarizará entre la alianza conformada por la UCR, el PRO, la Coalición Cívica y el Partido Demócrata, y la coalición que lleva al peronismo, Kolina, Proyecto Sur y el Partido Comunista, entre otros.
Mañana, además, el poco más 1.400.000 votantes deben elegir la mitad de la Cámara de Diputados y del Senado provinciales, intendentes y concejales. En la Cámara baja, Cambia Mendoza tiene 25 de 48 legisladores. En la alta, en tanto, 19 de los 38 senadores representan al oficialismo provincial.