La sorpresiva y disruptiva decisión de
Mauricio Macri de anunciar como su compañero de fórmula a
Miguel Ángel Pichetto, hombre con historia en el justicialismo que pegó el salto de ser precandidato presidencial a acompañar al oficialismo, parece haber fundado una especie de
peronización del PRO y, en el mismo movimiento, creado una suerte de nueva
superstar de la política. Es que
el Gobierno creó una "tropa peronista" que ofrendó un asado para el senador rionegrino, pero curiosamente integran la nómina antiperonistas, desarrollistas y hasta mediáticos.
Es que, orgullosos pero al mismo tiempo críticos de los que "en nombre de la marchita destrozaron a la Argentina",
los "peronistas que en el macrismo" consideran que la llegada del senador nacional significa que "resistieron" al implacable tinte purista que impuso el jefe de Gabinete, Marcos Peña, de la mano de Jaime Durán Barba y del propio Macri, y por eso le prepararon un "asado de bienvenida" a toda orquesta a Pichetto, el referente del PJ que ayer confesó que ya no es peronista pero que el Presidente eligió como su compañero en la fórmula con la que buscará la reelección
Los organizadores del encuentro fueron el ministro de Seguridad bonaerense,
Cristian Ritondo, y el vicejefe de Gobierno porteño,
Diego Santilli, reconocidos como de los primeros peronistas que se enlistaron en el PRO. Eligieron como sede a Los Platitos, la parrilla favorita de Macri. Y el toque más peronista lo terminó de poner alguien que tenía un pie afuera de la alianza macrista y que ahora tiene dudas: el titular de la Cámara de Diputados,
Emilio Monzó, uno de los amigos de Pichetto, cuando sacó un parlante portátil para entonar la marcha peronista, algo impensado hasta no hace días, cuando los amarillos no se cansaban de culpar a "los últimos 70 años de peronismo" por todos los males de la economía.
Además, en los próximos días,
Ritondo y Santilli le acercarán un regalo que muchos dirigentes macristas utilizan para ratificar su doble pertenencia: un cuadro con la foto que el jefe de Estado se sacó con el primer monumento a Juan Domingo Perón de la Capital Federal, inaugurado bajo su gestión en 2015.
Curiosamente, fuentes del encuentro hicieron circular a los medios que la
única premisa que se acordó en un chat de Whatsapp especialmente creado para la ocasión -Pichetto no usa esa plataforma de mensajería- fue "que todos los que vengan sean peronistas, en las buenas y en las malas".
No obstante, al repasar la lista de invitados y comensales,
son más los "peronistas" desde ayer, que se puso de moda en el PRO registrarse bajo la doctrina de Juan Domingo Perón para mostrar amplitud, que aquellos que tienen algún tipo de historia vinculada al justicialismo.
LA TROPA PERONISTA DE LOS ANTIPERONISTAS, DESARROLLISTAS RADICALES Y LOS MEDIÁTICOS
La lista de asistentes estuvo encabezada por un no peronista, confeso desarrollista y más bien cercano al radicalismo, como el ministro del Interior de la Nación
Rogelio Frigerio. De Gabinete nacional también estuvo Alejandro Finocchiaro, titular de Educación y dos secretarios que no se sabe por qué integran la "tropa peronista": el hombre a cargo de Ambiente, Sergio Bergman, y del Interior, Sebastián García de Luca. También estuvo el ya mencionado titular de Diputados, Monzó.
Además dieron el presente el vicejefe de Gobierno porteño Santilli y el ministro de Seguridad bonaerense Ritondo. Federico Salvai (Jefatura de Gabinete), Gustavo Ferrari (Justicia), Santiago López Mendrano (Desarrollo Social) y Joaquín de la Torre (Gobierno) fueron de la partida. Para el postre hasta se sumó
Horacio Rodríguez Larreta.
También el ministro de Gobierno porteño, Bruno Screnci. Tampoco queda clara cuál es la historia en el peronismo de los diputados nacionales
Daniel Lipovetsky, Eduardo Amadeo, Silvia Lospenatto y Álvaro González.
Particularmente, en el caso de Amadeo su vinculación con el peronismo parece tener que ver con su paso por la función pública en los 90, pero sus declaraciones pública antiperonistas evidencian su mirada ideológica respecto de la doctrina justicialista. Lospennato, en tanto, no tiene ninguna relación en el pasado con el movimiento fundado por Juan Perón, mucho menos en el presente.
El cuadro se completó con la la ministra de Desarrollo Humano y Hábitat porteño, Guadalupe Tagliaferri, el vicepresidente del Banco Ciudad, Fernando Elías, el subsecretario de Articulación y Fortalecimiento de la Ciudad, Roberto Quatromanno, el legislador Agustín Forchieri y el subsecretario de Fortalecimiento Familiar y Comunitario porteño, Maximiliano Corach, hijo del histórico dirigente menemista.
Por último, participaron del encuentro dos intendentes de territorio bonaerense. Por un lado, el jefe comunal de La Plata, Julio Garro, a quien tal vez se pueda vincular con el peronismo a través de su cercanía a quien también condujera la ciudad capital de la Provincia, Julio Alak. Sin embargo, el otro mandamás comunal que participó tiene más de mediático que de peronista:
Martiniano Molina sólo habla de peronismo para expresarse como antiperonista.
QUÉ DIJO PICHETTO
"Fue un reencuentro con muchos compañeros y un primer paso para la convocatoria a muchos otros para que se sumen a esta propuesta de unidad nacional. Va a haber mucho peronismo detrás del presidente Mauricio Macri", afirmó el senador a los medios que lo esperaban a la salida del lugar.
El precandidato oficialista habló también de la posibilidad de ir a un debate con la ex mandataria y rival del Frente de Todos, Cristina Fernández de Kirchner:
"Si se da creo que puede ser interesante discutir con la expresidenta y puede aportar también a que la Argentina analice con mucho detenimiento el voto".
En este sentido, Pichetto apeló a la grieta y afirmó que el país está "en una diagonal de la historia en la que podemos volver al pasado, a una argentina muy peligrosa, o dar el paso hacia el capitalismo moderno".
Finalmente, también se refirió a Axel Kicillof, el aspirante a gobernar la provincia de Buenos Aires por el peronismo, como el candidato que "tiene orígenes en el PC", en referencia al partido comunista.
