Más allá de que todos los índices económicos continúan en estado pésimo y el dólar y el Riesgo País tienen al Gobierno nervioso, por estas horas la maraña principal de Cambiemos pasa por otra parte: faltan sólo dos semanas para el cierre de listas y a la alianza oficialista se le acaba la arena del reloj para resolver
quién acompañará a Mauricio Macri en la fórmula para el operativo reelección.
En ese sentido, esta semana exhibió que hay problemas en los socios cambiemitas:
mientras en el PRO revitalizan la tesis Gabriela Michetti vicepresidenta por "el contexto de continuidad" y fidelidad y aún flotan la chances de que la reemplace alguna ministra pura cepa que sume votos o al menos no desperfile, por otro lado las reuniones del todopoderoso Marcos Peña con lapicera y chicanas en mano y los jinetes de la Unión Cívica Radical ya empezaron pero casi terminan desmadre. Todo, ante un real pero tramposo silencio de Elisa Carrió.
TODO PRO: CONTINUIDAD, FIDELIDAD, MUJERES Y NO DESPERFILAR
Una de las preocupaciones centrales que se debaten en estos días en Casa Rosada gira en torno a que la decisión de abrir la vicepresidencia a los socios radicales para aplacar los enojos correligionarios y sostener firme a Cambiemos, no termine por desperfilar a la alianza oficilista y signifique vulnerar al núcleo duro macrista y generar una merma de votos en las PASO y luego en octubre.
En ese sentido, anoche
Marcos Peña estuvo en el estudio de la señal televisiva TN, del Grupo Clarín, y no le dio buenas noticias a la expectativa de quienes piden la apertura hacia el peronismo no K o la posibilidad de que el radicalismo complete la fórmula presidencial.
El jefe de Gabinete ponderó, directamente, la chance de que Michetti siga como vicepresidenta: "Puede ser una de las personas dado el contexto de continuidad".
"Cambiemos está ordenado en términos de liderazgo e identidad", dijo Peña, por si aún quedaban dudas sobre la candidatura del líder PRO, y agregó respecto de su vice: "La decisión la toma él". Aunque aclaró que todavía tienen "tiempo para resolver quién acompaña a Macri en la fórmula".
En esa línea, el ministro coordinador y principal armador de Cambiemos insistió con su argumentación de la hipótesis de la continuidad.
"Tenemos una excelente vicepresidenta", levantó a Michetti, y agregó que "puede ser una de las personas dado el contexto de continuidad".
De todas maneras, Peña pidió "ser respetuosos con las personas y evitar situaciones de manoseos" con respecto a los nombres que se barajan para completar la lista de Cambiemos e insistió en que la lapicera la tiene él, pero que se la presta Macri. "Llegado el momento, cuando Mauricio tome la decisión luego de escuchar a todos y ver todas las posibilidades, va a poder elegir. Por suerte tenemos dirigentes muy valiosos", dijo, contundente.
También el presidente provisional del Senado,
Federico Pinedo, se ocupó de realzar a la ex vicejefa de gobierno porteño. Si bien sostuvo que "lo más importante es que quien ocupe la vicepresidencia trabaje en equipo con el Presidente y que lo decida el Presidente, sobre propuestas que le van a arrimar los partidos de la coalición",
resaltó que Michetti "desarroló una vicepresidencia absolutamente en concordancia con Macri".
Ante una consulta sobre las chances de la actual acompañante de Macri, Pinedo respondió que ejerció "una vicepresidencia distinta de otras del pasado". Remarcó que desplegó una representación internacional "muy intensa" y que además "ha presidido varias misiones comerciales, ha cerrado varios acuerdos importantes".
A pesar de esta revitalización de las chances de la titular del Senado,
no están del todo descartadas las posibilidad de las ministras Carolina Stanley (Desarrollo Social) y Patricia Bullrich (Seguridad). Ambas aportan lealtad, gen PRO pura cepa y refuerzo del perfil del espacio político, dicen desde Casa Rosada.
Stanley, por su lado, también tiene a su favor el diálogo con los referentes de las agrupaciones sociales, sector muy alejado del entorno presidencial y con poca simpatía por Macri. Del otro lado, Bullrich aporta un discurso muy duro que interpela directo las demandas del votante ideal de Cambiemos.
De hecho, esta última está en plena campaña para ser la elegida con la exposición de estos méritos. Esta semana,
viajó a Paraguay para participar de un operativo antidrogas en el que se sacó fotos cortando marihuana a machetazos, con plantas en la mano y otras al lado de Mario Abdo Benítez. Estas últimas, no por magia, llegaron al instante a las manos de Macri.
LOS MALTRATADOS JINETES DEL RADICALISMO Y LA NEGOCIACIÓN CON PEÑA
Tras participar de la segunda edición del Programa Cambio de Roles, del que participan 14 universidades del país, y ante una consulta de los periodistas acreditados en el Congreso respecto a si el compañero de fórmula de Macri tenía que ser un dirigente radical, Pinedo no sólo levantó a Michetti sino que también dejó dudas respecto del aporte radical:
"No tiene que ir un radical, pero puede ir un radical". Y no parece un hecho aislado, si se analiza cómo empezó la negociación de Peña con los
seis jinetes radicales que la UCR designó para la difícil discusión sobre las listas de Cambiemos.
Macri no está tan atento, al menos en cuerpo, en la discusión con el radicalismo. Delegó esa cuestión en Peña y
Rogelio Frigerio, el titular de la cartera del Interior. De hecho,
el jefe de Gabinete encabezó la primera reunión con los seis jinetes de la UCR este martes, pero casi termina en un desmadre absoluto.
Según contó Letra P,
la actitud displicente y soberbia de Peña generaron gritos en el encuentro, del que no participó el ex senador
Ernesto Sanz, uno de los fundadores de Cambiemos, a pesar de intergrar el grupo.
La charla entre Peña y los gobernadores Alfredo Cornejo (Mendoza), Gerardo Morales (Jujuy) y Gustavo Valdés (Corrientes); la diputada provincial bonaerense Alejandra Lordén (la enviada bonarense del sector del vicegobernador Daniel Salvador); y nada más y nada menos que Emiliano Yacobitti, el ex titular de la UCR porteña y operador judicial de Martín Lousteau, terminó tan mal que la charla se postergó hasta después de las elecciones de este domingo, en que dos de los mandatarios mencionados enfrentan comicios y deberán revalidar su poder en su pago chico (Morales y Cornejo, a través de su elegido).
En el encuentro, Peña les borró de la mente las chances de darle a la UCR la posibilidad de competir contra Macri en una PASO. Les volvió a ofrecer sólo la vicepresidencia, pero
hasta se dio el lujo de decirles a quién deberían elegir: Mario Negri. Esta actitud enojó fuerte a los jinetes, que la interpretaron como una burla.
Además,
la respuesta a la larga lista de reclamos de los correligionarios fue, por parte del jefe de Gabinete, la utilización de una lapicera para anotarla en un papel. Como en 1950, o, en su defecto, como hacen los gestores de organismos del Estado ante las demandas que no les interesan.
Mientras tanto, se barajan las chances de dirigentes radicales como Cornejo, Sanz, Lousteau y Negri. Sin embargo, en las últimas horas empezaron a sonar dos nombres nuevos, jóvenes y de mujeres radicales: Karina Banfi, muy cercana a Google y a la actual vicegobernadora de Mendoza, Laura Montero, del sector del radicalismo mendocino que lidera Julio Cobos; y Pamela Verasay, senadora mendocina experta en energías renovables y con excelente relación con Cobos, Sanz y Cornejo.
SILENZIO STAMPA LILA
La otra socia de Cambiemos es la Coalición Cívica de
Elisa "Lilita" Carrió. Tras los fracasos al acompañar a los candidatos macristas que perdieron fuerte en diversas provincias, como fue el caso del propio Negri en Córdoba,
la chaqueña se puso en mute con de la cuestión vicepresidencia.
La líder de la CC trata de mostrarse lejos de esa discusión, pero
se pone en la línea PRO en dos conceptos centrales. Primero, en que
"al vice lo elige el Presidente"; y segundo, en que debe
"respetar los valores de Cambiemos". Traducido: la lapicera la tiene Macri y se la presta a Peña, y no se puede desperfilar al espacio oficialista sólo por cumplimentar los caprichos radicales.
Sin embargo, hay una
tercera cuestión en que también parece haber línea entre "Lilita" y Peña. Aunque la diputada nacional lo niegue a viva voz,
casual o causalmente su postura silenciosa es respaldar la posibilidad de que el acompañante radical de Macri sea Negri, su amigo y gran perdedor en Córdoba.
