Al mejor estilo "Kramen vs. Kramer", la multipremiada película estounidense de finales de los 70,
el gobierno de Mauricio Macri está estafando al gobierno de Mauricio Macri. Es que mediante el último préstamo,
el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, le dio una fuerte cachetada al Banco Nación con la que lo obligó a perder casi 50 millones de dólares y hacer el rídiculo en comparación con la relación del resto de los bancos públicos con los Ejecutivos locales.
El Ministerio de Hacienda forzó al principal banco público argentino y lo usó para financiar a Macri por $40.000 millones a una tasa por debajo del promedio de mercado, tasa de mercado que sí utilizaron los bancos públicos porteño y bonaerense, por ejemplo, para subsidiar a
Horacio Rodríguez Larreta y
María Eugenia Vidal, respectivamente.
Como consignó LPO,
mientras que el Nación le prestó al Gobierno a tasa Badlar + 200 puntos básicos, el Banco Ciudad financió a Larreta a tasa Badlar + 653 puntos básicos y el Banco Provincia hizo lo propio con una colocación por Badlar+ 600 puntos. El Hipotecario -que tiene mayoría accionaria estatal-, para mencionar otro ejemplo, lo hizo por Badlar + 615 puntos.
"Prestar a menos de 600 es un regalo. Hoy si Fiat sale a pedir plata toma Badlar más 1.000", dispararon desde el sector bancario para graficar cuál es la situación de mercado real en comparación con la estafa de Dujovne al Nación.
Por el regalo del banco público nacional al gobierno nacional -o el robo de este último al primero-, la diferencia implica nada menos que una pérdida de entre 1.600 y 1.800 millones de pesos, que representan al tipo de cambio del segmento mayorista de 42 a 47 millones de dólares.
El analista de mercados Francisco Uriburu fue lapidario:
"Es un escándalo, el banco está descapitalizado y se da el lujo de subsidiar al gobierno. La misión del Nación por carta orgánica es dar créditos de fomento que en estos momentos de altas tasas son indispensables dada la gravedad del desfinanciamiento de las Pymes".
La operatoria de Hacienda para financiarse no sólo implica aplastar el patrimonio de una entidad que ya se encontraba en una delicada situación financiera, sino que además le quita capacidad prestable para las Pymes -principal misión del Nación-, que están atravesando una situación terminal con un promedio de 25 firmas que cierran por día.
Actualmente,
Javier González Fraga, el titular del BN, tiene casi ortadas las líneas de crédito a privados con tasas de préstamos personales del 70% -las más altas del mercado- y es uno de los bancos más caros en descuento de cheques.
"Hoy el Tesoro se financia con el Nación porque el FMI ya no te permite financiarte con el Banco Central por el riesgo inflacionario. Como el Nación no emite dinero, no te repercute en la inflación, pero desfinancias al sector privado", explicó el analista financiero
Christian Buteler.
Con esta situación,
vuelven a volar los rumores de la salida del radical González Fraga y esas versiones sugieren que luego del "trabajo sucio" llegaría el turno de Francisco Cabrera, el ex ministro de Producción que fue eyectado de ese cargo en la última crisis del dólar.
