La inflación mayorista medida por el INDEC a través del Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM) aumentó en diciembre un 1,3% pero el dato clave es que acumuló un alza del 73,5% durante el 2018, con lo que marcó un récord y se colocó segundo en el podio del siglo, ya que no era tan alto desde 2002 cuando el guarismo había llegado a 77,1%.
De esta manera, Macri consiguió ponerse a la par de la inflación mayorista alcanzada durante el mandato de
Eduardo Duhalde y que quedó como herencia de la convertibilidad de
Carlos Menem y la crisis económica que sufrió la Argentina con la administración de
Fernando de la Rúa.
El IPIM cerró entonces el 2018 con un inédito incremento del 73,5%, que se ubicó unos 26 puntos porcentuales por encima de la inflación minorista medida en el conocido IPC (Índice de Precios al Consumidor) que elabora el INDEC.
Esta importante diferencia a favor del indicador mayorista se justifica por su estrecho vínculo con el dólar y enciende una señal de alerta por el posible arrastre que puede tener sobre los precios minoristas en 2019. Sucede que al no poder trasladar este fuerte incremento de sus costos, los empresarios tuvieron que disminuir sus niveles de rentabilidad. No obstante, hay opiniones de especialistas que apuntan que podría haber un impacto este año.
