El líder del Frente Renovador,
Sergio Massa, encaró definitivamente su proyecto de armado de un espacio para 2019, pero, según parece, aún no está del todo claro si en se tratará de una iniciativa de corte "progresista", como la que encaró en las elecciones 2017, o si más bien irá por el lado del peronismo.
Es que tras la ruptura del bloque de Diputados del Frente Renovador con la salida de
Felipe Solá y otros cuatro legisladores,
el tigrense se reunió con el gobernador santafecino, Miguel Lifschitz; la antigua aliada electoral massista 2017, Margarita Stolbizer; y con el dirigente radical Ricardo Alfonsín. Desde allí, habló de
"ambición personal" para justificar la sangría de referentes de su espacio e insistió con un gesto a los mandatarios peronistas.
La semana pasada, para el Día de la Lealtad peronista, Massa participó junto a Miguel Pichetto del acto en Tucumán, en lo que se leyó como un intento de arrastrar a un nutrido grupo de gobernadores peronistas a una postura de exclusión del kirchnerismo en una hipotética unidad futura. Sin embargo, el discurso del mandatario tucumano Juan Manzur pareció dejar en claro que dejar afuera al espacio de Cristina no es una decisión que esté tomada.
"Yo estoy para armar cosas, para dialogar con los gobernadores. Dentro del bloque puede haber visiones diferentes, alguno que otro tendrá alguna ambición personal, nosotros respetamos eso también, pero yo estoy para construir", sostuvo Massa en declaraciones a NA tras su encuentro con de este mediodía con Lifschitz y referentes del radicalismo y del progresismo.
Todo parece indicar que su declaración apuntó contra Solá, que es el dirigente más importante, con incluso una precandidatura presidencial, de los cinco legisladores que abandonaron el bloque que preside
Graciela Camaño.
El exgobernador bonaerense,
Facundo Moyano, Fernando Ascencio, Daniel Arroyo y Jorge Taboada presentaron este mediodía un interbloque denominado Red por la Argentina, con Victoria Donda y el Movimiento Evita.