La actual secretaria de Gestión e Innovación Pública del Ministerio de Modernización, María Inés Baqué, dejó a fines de 2015 un muy alto puesto en la compañía Microsoft Argentina para pasar a integrar el gobierno de Mauricio Macri. Sin embargo, no extraña a su antiguo empleador, con quien mantiene fluidos contactos.
Según consta en el Registro Único de Audiencias de Gestión de Intereses que lleva adelante el Ministerio del Interior,
Baqué mantuvo este año cinco reuniones con directivos de Microsoft para tratar distintos asuntos.
De hecho, de uno de esos encuentros, realizado el 30 de de enero pasado, participó Fernando Andrés, quien fue designado en noviembre pasado director de Servicios de Microsoft para Argentina y Uruguay, el mismo puesto que la funcionaria tenía hasta fines de 2015 en la compañía. Andrés es, formalmente, el responsable de llevar adelante la estrategia del área de servicios, de soporte y consultoría para clientes, entre los que se cuenta el Ministerio de Modernización.
En el encuentro, según consta en el registro,”se repasaron los proyectos en marcha, las prioridades y los recursos asignados”.
Las otras reuniones que Baqué con integrantes de MIcrosoft Argentina también fueron con altos directivos de la empresa. Entre ellos, el “engagement manager”, el “gerente de consultoría y soporte premier”, el “senior account manager gubernamental”, el “director de asuntos corporativos, externos y legales”, el “director de tecnología y filantropía”, entre otros ejecutivos.
En agosto pasado, la cartera que encabeza Andrés Ibarra aprobó una contratación directa con la compañía informática estadounidense, a través de la resolución 278 de ese Ministerio, por más de 3,8 millones de dólares -puntualmente la suma de 3.880.477,80 dólares-.
Desde lo formal, Baqué no participó de la contratación, sino un funcionario de su mismo rango, el secretario de País Digital, Raúl Martínez, un funcionario que no posee título universitario y cuenta, desde hace muchos años, con la máxima confianza del presidente Mauricio Macri. Martínez, quien el año pasado defendió la fallida iniciativa de voto electrónico ante un plenario de comisiones del Senado de la Nación. Martínez fue investigado en su momento en una causa en la que tanto Franco como Mauricio Macri fueron procesados en primera instancia por contrabando agravado.
Más allá de los detalles, si de algo se puede estar seguro es que la secretaria de Estado Baqué no extraña a su antiguo empleador.