José Luis Giusti, el ex decano de Económicas de la UBA que renunció envuelto en un escándalo de corrupción, fue nombrado esta semana como como titular de la Unidad de Proyectos Especiales para la Transferencia de Funciones y Facultades en Materia de Seguridad, es decir, de la conducción administrativa del traspaso de la Policía Federal a la Ciudad de Buenos Aires.
El flamante funcionario está imputado por enriquecimiento ilícito y lavado de dinero, bajo el título de negociaciones incompatibles con el ejercicio de la función pública. La designación apareció en el Boletín Oficial porteño el viernes 12 de febrero y lleva las firmas del jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta; el jefe de Gabinete, Felipe Miguel, y el ministro de Justicia y Seguridad, Martín Ocampo.
En abril del año pasado, Giusti tuvo que renunciar como decano en medio de graves denuncias. Por un lado, la mujer lo acusó de violencia de género y enriquecimiento ilícito y, por el otro, el periodista Alejandro Bercovich
reveló los negociados que el economista tenía con el vaciamiento del Hospital de Clínicas. En el Gobierno porteño argumentaron que la imputación no es impedimento para una designación en un cargo político, según
LetraP.
Al conocerse la noticia, desde la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA), manifestaron su repudio. Adrián Lutvak, presidente de la FUBA y dirigente de La Mella, declaró:
“Hace menos de un año se fue por la puerta de atrás de la UBA, sumergido en un escándalo, y ahora lo reciben por la puerta grande de la Ciudad. Esto nos indigna”.
