Desde el viernes 29 de enero hasta el día de hoy circularon rumores y versiones oficiales sobre lo que sucedió mientras una murga barrial ensayaba. El rol del Ministerio de Seguridad, las informaciones cruzadas y la investigación de la Justicia sobre un operativo que, al final, terminaron siendo dos.
El viernes 29 de enero, la murga “Los Auténticos Reyes del Ritmo” ensayaban en la calle Bonorino de la villa 1-11-14 ubicada en el Bajo Flores, cuando un patrullero de Gendarmería se acercó por la calle Charrúa para pasar por donde se encontraba el ensayo.
Según describió en el facebook de la revista La Garganta Poderosa el director de la murga, Gustavo “Marola” González”, le pidieron a los gendarmes si podían salir por otra calle porque había muchos chicos y chicas bailando. “Pero no alcanzó con decirles por favor… Avanzaron, sin importarles que hubiera menores. Y así fue como lastimaron a los dos primeros nenes, rozándolos con el coche, mientras pasaban de prepo por el medio”, explicó González. Según las declaraciones testimoniales posteriores, los miembros de la fuerza descendieron del móvil y comenzaron a agredir a quienes se encontraban en el lugar. Al día siguiente, un video del momento del ataque comenzó a circular por redes sociales.
Momento del ataque a la murga
El sabado 30 de enero por la mañana, la agencia oficial de noticias Télam publicó que “dos gendarmes fueron heridos de bala en sus piernas en medio de un operativo que se realizaba para trasladar dos autos robados encontrados en uno de los ingresos a la Villa 1-11-14 en el barrio porteño de Bajo Flores”, según habrían informado fuentes policiales. La agencia oficial aseguró que “todo comenzó anoche a las 21 cuando personal policial de Policía Federal y de Gendarmería Nacional se encontraban en un procedimiento en una de las entradas al mencionado Villa 1-11-14 situada sobre Pasaje Charrúa en Bonorino, donde habían dos autos de alta gama robado. En momento dado, dos de los gendarmes que estaban colaborando para remolcar un auto Citroën C3 y un Ford Ka robados que estaban estacionados con luces encendidas y recibieron desde una las viviendas disparos de arma de fuego que da en las piernas de ambos”. No se consignó ningún otro herido.
El domingo 31 de enero, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, visitó en el Hospital Churruca a los gendarmes Gabriel Isac Hasmisi (en los siguientes comunicados oficiales nombrado como Gabriel Isac Baspineiro) y Ezequiel Cardoso quienes, según el comunicado oficial del Ministerio, “fueron atacados mientras cumplían funciones en el Operativo que llevamos adelante en la Villa 1-11-14 de la Ciudad de Buenos Aires”. La ministra visitó también al efectivo de la Policía Federal, Hugo Agüero Guevara, “quien fue interceptado por una banda delictiva que le sustrajo la moto y le disparó para, luego, darse a la fuga”, según el Ministerio.
El lunes 1° de febrero, tres testigosdeclararon ante la Procuradoría de Violencia Institucional (Procuvin) a cargo de Miguel Palazzani, que efectivos de Gendarmería Nacional dispararon contra la murga que se encontraba ensayando con un saldo total de 11 heridos, entre ellos menores de edad que participaban del ensayo. Los testigos - dos de ellos víctimas del ataque - detallaron que la Gendarmería avanzó sobre los vecinos y disparó en una zona donde había niños y adolescentes. Según Procuvin, “hasta el momento no hay elementos que indiquen que las personas agredidas tuvieran armas, ni que los gendarmes hayan sido heridos en el contexto de la represión denunciada”. Uno de los testigos aportó a la Procuradoría seis cartuchos color verde, tres casquillos dorados (presumiblemente de pistola 9 mm) y 25 postas de goma que dijo haber recogido de la calle una vez finalizada la agresión.
Ese mismo lunes, luego del comunicado de Procuvin, fuentes oficiales del Ministerio de Seguridad manifestaron en un cable de la agencia oficial de noticias Télam que “si bien el Ministerio de Seguridad de la Nación está elaborando un informe para corroborar cómo sucedieron los hechos, una versión preliminar indica que los gendarmes fueron atacados a pedradas, palazos y disparos, y que dos de ellos resultaron heridos” . Los voceros oficiales de Seguridad sostuvieron que la Subsecretaría de Participación Ciudadana del ministerio trabajó en el lugar del hecho y que las primeras averiguaciones “sostienen la versión inicial de que los gendarmes fueron la noche del viernes pasado hasta el barrio Illia para retirar cuatro autos con pedido de secuestros y que fueron agredidos al llegar a un Pasaje sin nombre entre Charrúa y Bonorino, donde no había ninguna y habitualmente se desguazan y queman autos”. Allí sostienen que el cabo Gabriel Isac Baspineiro “sufrió una herida de arma de fuego con orificio de entrada sin salida en miembro superior izquierdo y el sargento Ezequiel Cardozo sufrió una herida de arma de fuego en la pierna derecha con fractura expuesta de tibia”.
El martes 2 de enero, la Procuvin denunció penalmente la actuación de los miembros de Gendarmería durante el operativo en la Villa 1-11-14. La denuncia quedó radicada en el juzgado nacional de instrucción N°22 a cargo de Guillermo Rongo, interviniendo como fiscal Carlos Velar, a cargo de la fiscalía N°43. La Procuvin sostuvo en la denuncia que“debe analizarse, eventualmente, la posible responsabilidad de funcionarios jerárquicos de Gendarmería Nacional” por lo cual solicitaron “la investigación de la cadena de mandos de la fuerza en el marco del operativo de Cinturón Sur”.
Asimismo, sostuvo que dicha fuerza tiene el deber de “no atentar contra la integridad física de personas que se encuentran reunidas en el marco de un espectaculo popular, tanto más si es visible que hay niños, mujeres embarazadas y adultos mayores, por su especial condición de vulnerabilidad”. La Procuradoría ya había denunciado en septiembre de 2015 a Gendarmería Nacional por privaciones ilegítimas de la libertad de niños y adolescentes, registrando 18 hechos en barrios del suroeste de la Ciudad de Buenos Aires, entre 2013 y 2014.
El Jefe de Gabinete, Marcos Peña, fue consultado en conferencia de prensa el 2 de febrero respecto de si la situación protagonizada por Gendarmería había sido un tema en la reunión de gabinete con el Presidente de la Nación, Mauricio Macri. Peña respondió que “estamos colaborando con la Justicia, hay una investigación judicial, donde está este hecho y también está el hecho de dos gendarmes heridos de bala en el mismo operativo . Han habido varias cuestiones que han ocurrido durante ese operativo y queremos ser muy prudentes”.
Conferencia de prensa de Marcos Peña
Posteriormente, el Ministerio de Seguridad emitióun nuevo comunicado titulado “¿Qué vamos a hacer con respecto al acontecimiento en la Villa 1-11-14?”. Allí se describen las medidas que tomó el Ministerio desde el viernes 29 de enero:
1) Abrimos la investigación para conocer qué sucedió, en el Operativo Cinturón Sur, que lidera la Gendarmería Nacional en el "Bajo Flores".
2) Enviamos a la Subsecretaría de Participación Ciudadana para recoger testimonios y relevar la información con los referentes del barrio.
3) Abrimos una investigación en la Dirección de Violencia Institucional del Ministerio.
4) Seguimos el proceso de indagación administrativo y operativo para analizar el accionar del personal de la Gendarmería Nacional Argentina, parte del cual permanece en el Hospital Churruca.
El comunicado sostiene hacia el final que los integrantes de la murga se negaron a hablar, aunque el abogado Adrián Albor le dijo a Página/12 que tal cosa no era cierta. “No se pueden negar a hablar, es una carga obligatoria como testigos, nunca mandaron a nadie”, manifestó.
El abogado que representa a los denunciantes de la murga, Alberto Mingrone, sostuvo que el viernes, alrededor de las 21, lo llamaron “porque Gendarmería estaba atacando a los chicos con balas de goma”, por lo cual llamó al SAME aunque las ambulancias nunca concurrieron al lugar. Según el relato del abogado, durante toda la jornada del viernes 29, desde el mediodía, había dos custodios de Gendarmería “apostados con unos coches robados y tomando tereré mientras charlaban con la gente”. Cerca de las 21 horas apareció un patrullero que se acercó para donde se encontraba la murga ensayando y el director González “fue a hablar con ellos para decilres que si iban a pasar se corrían. Mientras seguía hablando con ellos el que manejaba el patrullero seguía avanzando muy lentamente y tirándole el coche a unas chicas de la murga”, expresó Mingrone. En ese momento, se habrían bajado dos miembros de la fuerza con escopeta “y uno de llos le dijo al directo: ´¿sos guapo vos?´”. El letrado relató que a González lo siguieron y le dieron cerca de catorce disparos de balas de goma, a su hijo le pegaron en la pierna con una bala de plomo “y empezaron a tirarle al resto de la gente sin contemplaciones”.
Así como ese hecho, los casos de otros agredidos esa noche comenzaron a aparecer. Una de las víctimas fue Ariel, un chico de 8 años que contó en la señal Todo Noticias que, luego de recibir un balazo de goma a centímetros del ojo, “cuando vi un gendarme le pregunté si no les daba vergüenza lo que me hicieron y ellos me dijeron que la próxima me volaban la cabeza". Su foto, que publicó La Garganta Poderosa, circuló por redes sociales.
Finalmente, el jueves 4 de febrero se conoció que el operativo donde fueron heridos dos gendarmes y el ataque a la murga fueron parte de dos operativos diferentes en distintos lugares. Los gendarmes heridos que visitó Patricia Bullrich en el Churruca y a los que Marcos Peña se refirió como heridos “en el mismo operativo”, eran dos gendarmes que participaban en del secuestro de un cargamento de marihuana en el barrio Illia 2, pegado a la Villa 1-11-14, donde habrían recibido los disparos, según consignó Página/12 a partir de información del Ministerio de Seguridad.
Es por ello que a partir de ahora la Justicia decidió abrir dos investigaciones diferentes para lo sucedido: una por los dos gendarmes heridos durante el secuestro de un cargamento de marihuana y otra por el ataque de miembros de la Gendarmería Nacional a la murga que ensayaba en el pasaje de la Villa 1-11-14. En este caso, la presentación se encuentra desde el jueves 4 en la Fiscalía Nacional en lo Criminal de Instrucción N°18, a cargo de Marcelo Ruilopez, que deberá investigar de qué manera lo que se suponía que era el retiro de autos robados terminó en un ataque contra la murga “Los Auténticos Reyes del Ritmo”.
El Ministerio de Seguridad no volvió a emitir un comunicado desde el 2 de febrero.
