Luego de la polémica que se desató por las afirmaciones de Darío Lopérfido, quien sostuvo que no hubo 30.000 desaparecidos en la última dictadura militar, Graciela Fernández Meijide se despegó de esas declaraciones y repudió esos dichos.
"No se puede hablar con tanta ligereza de la tragedia que nos ocurrió”, dijo en diálogo con el diario Perfil. El secretario de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires sostuvo que esa cifra “se arregló en una mesa para obtener subsidios” y citó a Fernández Menjide como fuente de autoridad para sostenerlo.
Sin embargo, la dirigente que integró la Conadep en 1983 subrayó
lo “grave” de las declaraciones de Lopérfido fue “el tono casi frívolo” y agregó: “
No me pareció bien la forma en que se refirió a los desaparecidos. La discusión no es la cifra, porque así se desvía la atención de lo importante, que es que aquí hubo terrorismo de Estado, un accionar ilegal de las fuerzas armadas y que hubo desaparecidos". Asimismo, destacó: "
El número, finalmente, termina convirtiéndose en un símbolo, y los símbolos son importantes. Lo son para las organizaciones de derechos humanos y también para la sociedad”, dijo.
Fernández Menjide escribió un libro llamado "La historia íntima de los Derechos Humanos en la Argentina", dedicado a su hijo Pablo que fue secuestrado en octubre de 1976 por un comando del Ejército. Allí, expresa la necesidad de confeccionar una lista definitiva que reúna todos los casos documentados de personas desaparecidas. Las cifras oficiales sostenían que el número oscilaba entre las 7 mil y 9 mil personas. la última dictadura
“Yo no discuto números. No puedo decir que no sean 30 mil. Puedo decir que, documentados, hay cerca de ocho mil. Digo cerca de, porque el número varía según se cuenten o no las víctimas previas al golpe del 24 de marzo. Eso, por supuesto, no quita que hubiera otros casos, que por distintas razones no fueran denunciados o documentados", explicó.
Además, completó: "
Para mí, que trabajé durante los años de la dictadura recibiendo los testimonios y pasándolos a fichas, cada ficha era, en un sentido, un desaparecido redimido, reconocido. Me parece una muestra de respeto mostrar cuáles son los nombres documentados".