Mirá el spot de Macri que criticó Horacio Verbitsky
El periodista de Página 12 en su columna editorial del domingo reprochó fuertemente uno de los videos de campaña de Mauricio Macri en el que se lo muestra conversando con una niña. Postula que "no registran la sensibilidad contemporánea ante la pedofilia" y que se plantea "una tierna mirada del trabajo infantil", entre otras cosas.
Horacio Verbitsky, conocido por sus columnas editoriales los domingos en Página 12, en esta ocasión eligió al precandidato a presidente Mauricio Macri como blanco de críticas.
”Los spots de campaña de Maurizio Macrì ofrecen una simpática visión del trabajo infantil y no registran la sensibilidad contemporánea ante la pedofilia. Toqueteos a una púber entre sonrisas paternales y carrera de besos con dos nenas. Después del porrazo porteño, el candidato se prueba disfraces que le permitan llegar sin que se le note demasiado a las PASO del 9 de agosto. La derrota política y cultural de quienes en otro tiempo pudieron controlar por el miedo”, comienza postulando Verbitsky.
Luego, explaya que en la mayor parte de los spots Macri visita casas humildes en distintos lugares del país, no habla y "cuando se aparta de esta regla, nunca habla de política. Su imagen es la de una celebrity que condesciende a fraternizar con los comunes mortales".
Finalmente, explica sobre el video en cuestión: “Macrì está sentado en el patio de ladrillos de la casa que Alicia y Marcelo comparten en La Matanza. El personaje central es la hija de la pareja, Sheila, que aparenta unos diez u once años. Con una de sus manos apenas por encima de la cintura de la nena, Macrì la atrae hacia sí, mientras la interroga”.
Luego, el periodista afirma que Macri también celebra el trabajo infantil cuando la nena en el video le dice que vende rosas para comprarse una bicicleta. Finalmente sentencia: “Además de esta tierna visión del trabajo infantil, en otro spot Macrì aterra a dos mellizas de seis años. “¡Qué lindas son, qué lío les van a hacer a los varones ustedes!”, dice como saludo. La sensibilidad contemporánea no admite este trato intrusivo con los niños ni la perturbadora ambigüedad de esos toqueteos a dos manos.”