Luego de que el pueblo griego
votara a través de un referendum que no estaba de acuerdo con aceptar un pacto con la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional que implique un ajuste, finalmente el gobierno de Alexis Tsipras alcanzó un acuerdo que impone duras medidas para el país a cambio de un rescate financiero de tres años, que implica un monto evaluado entre 82.000 y 86.000 millones de euros.
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, informó a través de su cuenta de Twitter que el acuerdo fue "unánime". El consecuencua, el Parlamento de Gracia ahora tendrá 48 hs para tramitar leyes y aprobar reformas. Optimista, el primer ministro dijo que lo consensuado es fundamental para que el país pueda salir adelante.
Entre los principales puntos del acuerdo se establece la
confianza como base fundamental para el nuevo plan de rescates. A pesar de que desde la gestión de Tsipras habían criticado fuertemente al
Fondo Monetario Interncional (FMI) y lo había señalado como uno de los principales responsables de su situación financiera, su presencia es otro de los requisitos necesarios. También, se exige la
reforma del sistema de pensiones.
Asimismo, se creará un fondo de 50.000 millones de euros que tiene el objetivo de amortizar la deuda del país heleno que es de aproximadamente 225.000 millones de euros, sin contar el valor que tendrá este tercer rescate. Otra de las exigencias consiste en la modernización y la despolitización de la administración griega.
La meta del acuerdo es lograr la reestructuración de la deuda y a pesar de lo acordado el eurogrupo puede tomar medidas adicionales, aunque no puede hacer una quita. Asimismo, se compromete a un plan de 35.000 millones para apoyar el crecimiento y la creaciín de empleo.
El gobierno aceptó un gran plan de privatizaciones que afecta a servicios somo el suministro de energía eléctrica. También, se hará un exhaustivo control de cada una de las implicancias consensuadas.
