El gobierno de
Javier Milei mantuvo la política de reducción del Estado en abril llevando una caída de actividad que induce una caída de la recaudación lo que lleva a una reducción mayor del gasto para mantener el ficticio superávit fiscal, al cual se llega por la postergación de pagos y licuación del gasto social.
En abril, según los datos preliminares elaborados por la ASAP, “todas las partidas del gasto experimentaron disminuciones significativas”, lo que se refleja en menor inversión en infraestructura y en menores prestaciones de servicios a la sociedad. Drástica contracción del 80,8% de los Gastos de Capital que denota una virtual paralización de la Inversión Pública.
En abril los ingresos totales de la Administración Pública Nacional (APN) ajustados por inflación presentaron
una caída de 3,0% en relación al mismo mes del año anterior. Mientras que
los gastos totales devengados de la Administración Nacional se contrajeron 24,9% en términos interanuales. “Carece de todo sentido analizar la inflación en sí misma, de manera unilateral, en particular desligada de los salarios. La inflación está disminuyendo, pero el consumo, que explica buena parte de la recaudación, lo está haciendo en una magnitud mucho mayor”, explicó el economista de la UNdAv, Pablo Ferrari, en un análisis para El Destape.
El ajuste le permitirá al Gobierno mostrar un nuevo mes de superávit fiscal, estimado el superávit financiero en $154.990 millones y el primario en $469.022 millones. “Este superávit financiero que está obteniendo el gobierno lentamente está disminuyendo, en gran parte porque el ajuste fiscal lo que genera es también una caída en el nivel de actividad y esa caída en el nivel de actividad hace que caiga tu recaudación de impuestos”, expresó a El Destape Alfredo Schclarek Curutchet, profesor de la Universidad Nacional de Córdoba e investigador Conicet.
Y continuó: “
Entonces cae el gasto público pero también cae la recaudación. Y está por verse el impacto del pago a CAMMESA a partir de la decisión de las empresas de rechazar la intención del Gobierno de pagarles con un bono. Vamos a ver que este superávit financiero en realidad se explica por la postergación de esos pagos”.
La ASAP (Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública) informó que todas las partidas del gasto experimentaron disminuciones significativas, aunque menores a la de los meses previos, e incluso las transferencias corrientes al Sector Privado (subsidios) mostraron un moderado incremento, de 4,6% interanual.
Se destacaron en abril
las retracciones en el Gasto de Capital, de 74,3% interanual, y en las Prestaciones de la Seguridad Social, de 22,8%, de mayor su relevancia en la estructura de gastos y son incidencia directa sobre una porción significativa de la población. Mientras que las las Transferencias Corrientes 28,7% y las Remuneraciones 15,6%.
Además, el informe señala que en el acumulado del primer cuatrimestre del año, los Gastos Totales de la Administración Nacional presentaron una caída de 28,5%. Mientras que los Ingresos Totales de la Administración Nacional evidenciaron una reducción interanual del 2,8%. El gasto primario (sin pago de intereses) cayó 32,3% interanual y las Transferencias de Capital a Provincias pasaron a una ejecución casi nula, cayeron 96,3%.
Solo subieron la recaudación del Impuesto PAIS (+431,3% por la ampliación de la base imponible y la devaluación) y los los Derechos de Exportación (+69,1% también del aumento del tipo de cambio y de la baja base de comparación por la sequía de 2023).
Frente a estos datos, Schclarek Curutchet señaló que el informe “consolida el dato de que el ajuste fiscal claramente lo están pagando los jubilados, los empleados públicos, los docentes universitarios y también con la caída en la en la obra pública que genera un fuerte incremento en el desempleo en los trabajadores de la construcción”.
El investigador del Conicet advirtió sobre el impacto que tendrá la decisión del gobierno de frenar incremento de tarifas públicas en mayo para mostrar una mayor desaceleración de la inflación. “El gobierno está priorizando bajar la inflación de mayo pero a costa de mantener el subsidio a las tarifas mientras reconoce un aumento del precio del gas en boca de pozo. Entonces si no suben las tarifas va a aumentar más todavía esa deuda de CAMMESA y si empieza a pagar esa deuda a las petroleras va a caer ese superávit financiero”.
“Este ajuste eventualmente va a tener un efecto rebote porque el gobierno en el afán de generar superávit fiscal, lo que está haciendo es exclusivamente achicar el gasto, pero también es evidente que se viene achicando el ingreso porque la recaudación también está siendo más baja que la comparación de otros meses anteriores”, evaluó la economista e integrante de Paridad en La Macro, Laura Testa. “La economía en general, va a tener una recesión cada vez más aguda y esto va a impactar mucho en todo lo que tiene que ver con el ingreso. La posibilidad de achicar el gasto tiene un límite, a menos que estés dispuesto a prender fuego el país”, agregó a El Destape.
