La ofensiva judicial orquestada por la Procuración General bonaerense y el fiscal de Lomas de Zamora Sebastián Scalera sobre Pablo Moyano fue desarticulada por el juez Luis Carzoglio que entendió que las declaraciones del delincuente Pablo Álvarez y audios que no aportaban nada no eran prueba suficiente para dar lugar al pedido de detención sobre el sindicalista opositor al Gobierno.
Alrededor de las 19 horas del jueves el vicepresidente de Independiente regresó al país proveniente de Singapur y se dirigió a un predio ubicado en la localidad de Esteban Echeverría donde un gran cantidad de militantes sindicales de Camioneros y otras agrupaciones que forman el nuevo Frente Sindical mostraron su contundente apoyo.
"Queda claro que fue un ataque mediático y judicial, pero quiero agradecerle a mis compañeros camioneros, que siempre han estado en cada momento", enfatizó Pablo portando una remera de Camioneros y agitando la divisa roja de Independiente en su mano.
En tal sentido repasó las políticas del Gobierno en contra de los trabajadores y avisó que va a estar "al frente de cada conflicto de los trabajadores, sea del sector que sea". Moyano agregó que
"como dijo mi padre (Hugo Moyano), somos el muro de contención de todas estas políticas del Fondo Monetario Internacional".
