09.08.2018 / Crisis aeternum

Mientras se reaviva la "tormenta" y Caputo pide favores al FMI, el lunes llega la primera misión controladora del stand-by

En tres días llegará a Buenos Aires una misión del Fondo que, durante más de una semana, conducirá la primera auscultación del programa de endeudamiento por USD 50 mil millones que pidió Macri. Ocurrirá cuando el jefe del BCRA ruega contemplaciones a Lagarde, el dólar volvió a romper la calma, el Tesoro no logra refinanciar vencimientos y el riesgo país vuela.

por Marcelo Rielo




“Después de la tormenta, viene la calma”, reza un proverbio que parece ser el elegido por el Gobierno para, inicialmente, explicar la supuesta salida de la crisis cambiaria y financiera que el país sufre desde los últimos meses, pero que parece no haber acabado. Es que en tres días llegará a Buenos Aires la primera misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) que, durante más de una semana, conducirá la primera auscultación del programa de endeudamiento por USD 50 mil millones que pidió Mauricio Macri. Y eso ocurrirá mientras Luis Caputo, el jefe del BCRA, le ruega contemplaciones a la titular del organismo de crédito, Christine Lagarde, el dólar volvió a escalar fuerte, el Tesoro no logra refinanciar vencimientos y el riesgo país vuela.

El lunes llegará al país una misión del Fondo en el marco de la primera revisión por el famoso artículo IV del programa de la Argentina por el acuerdo Stand-by. El equipo técnico estará encabezado por Roberto Cardarelli, jefe de la misión del FMI para el país, y las reuniones en Buenos Aires se extenderán desde el 13 hasta el 22 de agosto, según confirmó el organismo.

Los técnicos tendrán reuniones con funcionarios del Gobierno y del Banco Central para realizar un seguimiento de las metas que se comprometió a cumplir la Argentina, luego de la firma del acuerdo con el organismo el 20 de junio pasado que permitió endeudarse nuevamente. 

Además, mientras el organismo internacional espera poder instalar sus oficinas definitivas en el país, agregaron que el staff de Lagarde se reunirá no sólo con funcionarios del macrismo, sino también con representantes del mundo académico y del sector privado. ¿Para qué? Porque el objetivo de esta revisión es evaluar el desempeño del Ejecutivo en implementar el programa, pero también que el acuerdo se adapte a los "acontecimientos económicos".

Justamente, son esos "acontecimientos económicos" los que no están andando del todo bien. Es que hoy la City se desayunó con una escalada del dólar que completa un escenario de un rebrote preocupante del "tormentón" financiero que el Gobierno creía -o decía- haber superado.

Si en las últimas semanas el billete verde se había estabilizado e, incluso, había descendido; si las acciones habían comenzado a recuperar algo del terreno perdido, y si la demanda de bonos públicos parecía revivir, ahora todo aparenta volver a desplomarse.

El dólar mayorista saltó hoy 46 centavos en el MULC y terminó a $28,11 pesos. Ayer el comportamiento había sido similar, con un avance de 25 centavos. Así, alcanzó niveles de principios de julio pasado, mientras que en lo que va de la semana, el mayorista acumula una suba de 82 centavos. Por su parte, el promedio entre bancos que realiza el Banco Central (BCRA) mostró una suba de 47 centavos y terminó así a $ 28,70, mientras que en el mercado minorista, el dólar sumó 50 centavos arriba a $ 28,60 en las pantallas del Banco Nación (BNA), tras sumar 20 centavos ayer.

La jornada de ayer tampoco fue muy simpática para el equipo de Caputo, que junto a Nicolás Dujovne deberá dar explicaiciones al team de Lagarde a partir del lunes. Es que la licitación de Letras del Tesoro (Letes) resultó una suerte de anticipo de las desconfianza que tiene el mercado hacia el Gobierno, que se materializó hoy con el dólar.

“La licitación fue una reapertura de una anterior, ya pactada, que tenía un monto máximo, que es lo que colocaron. La pregunta es por qué, en vez de usar ese mecanismo, no se llamó a una licitación nueva para lograr un mayor roll over (renovación)”, explicó a LetraP el analista financiero Christian Buteler.

¿Qué quiere decir esto? La pregunta del especialista sobre por qué no habilitar una licitación nueva que cubriera la totalidad del vencimiento, unos USD800 millones, tiene una respuesta: el Gobierno sabía que renovar todo ese stock le iba a resultar imposible en un contexto en el que los inversores, sobre todo los extranjeros, prefiere otros instrumentos como el bono dual, que incluye un seguro de especulación al permitir al inversor optar al final por cobrar en pesos o dólares, o directamente huyen de todo lo que sea riesgo argentino.

¿Por qué la preocupación para el ministro de Hacienda y para el presidente del Banco Central? El economista de Mecronomic Gustavo Reija le explicó al mismo portal que “el plan financiero que Dujovne le presentó al FMI preveía un roll over del 100% de las Letes en 2018 y 2019".

"Es un dato clave, no solamente porque no se está cumpliendo sino además porque estamos cada vez peor. En la licitación anterior se había renovado cerca de un 75%, con una tasa del 3,75%, y en la última (ayer) se llegó al 54% con una tasa del 4,99%. Estamos hablando de un deterioro importante”, sentenció.

De esta manera, con el riesgo país (el diferencial de tasa que paga la Argentina con respecto a los Bonos del Tesoro de Estados Unidos) cerró en 610 puntos básicos, récord pos récord de la administración Macri, hoy ya hay títulos públicos que registran rendimiento del orden del 10%, niveles que niegan un posible regreso a los mercados, única salida mencionada por el equipo económico de Cambiemos.

Esto ocurre cuando, causalmente, hay una acumulación de vencimientos de Letes que se está generando con estos continuos llamados al mercado, que no responde. Además, la opción habilitada de suscribirlas en pesos hace que el modo de la deuda sea aún peor. Mientras era de Letras del Banco Central (Lebac) a cortísimo plazo en pesos, ahora son un poco más largas pero en moneda dura que el país no imprime y generarla se le hace una misión imposible.

“Se está dando una paradoja. Los inversores externos veden papeles argentinos, pero los organismos como el FMI, el banco Mundial y hasta los Estados Unidos apoyan el plan de reformas del presidente Mauricio Macri. El problema es que en algún momento el cansancio de los inversores externos pueda pesar más que ese apoyo”, sentenció Reija, contexto al que terminó de definir de una maner lapidaria: "Argentina es un país con las defensas bajas, un enfermo inmunodeprimido. Cualquier problema en el exterior a nos pega más que a otros países emergentes”.

Caputo, presidente del Banco Central, y su vice, Gustavo Cañonero, ensayaron un viaje a Washington previo a que el FMI llegue al país para intentar un parche: según versiones periodísticas, habrían conseguido ayer un primer cambio respecto del programa acordado con Lagarde. Funcionarios del Fondo y autoridades del BCRA habrían pactado una ampliación del monto máximo de uso de reservas internacionales para contener el dólar.