El miércoles,
Alejandro Vandenbroele declaró en caracter de "arrepentido" ante el juez
Ariel Lijo en la causa que investiga el operativo de rescate de la empresa
Ciccone, donde se acusa al exvicepresidente
Amado Boudou de haberse quedado con el 70 por ciento de las acciones. En su declaración,
Vandenbroele manifestó no haber visto "cara a cara" al ex funcionario y apuntó contra el titular del Banco Macro, Jorge Brito, a quien señaló como uno de los financistas de la operación junto a Raúl Moneta.
La transcripción de la declaración se extiende por 25 páginas y retrata una declaración que el miércoles duró 10 horas. En este marco,
Vandenbroele declaró que Brito fue uno de los financistas de la operación para el rescate de Ciccone y aseguró que el banquero le paga una mensualidad para que mantenga la boca cerrada. Esto, entendió el fiscal Jorge Di Lello, entorpece la investigación por lo que le exigió al Juez medidas para evitar que se entorpezca la investigación. Por esta declaración,
Brito pidió licencia al frente de MacrO y le comunicó a la
Comisión Nacional de Valores que lo hace
"para preservar la entidad de los ataques de los que está siendo objeto en el orden personal".
La Justicia considera que Vandenbroele es el testaferro de Boudou para que el exVicepresidente pudiera quedarse con el 75 por ciento de las acciones de Ciccone. El ex funcionario se encuentra detenido hace dos semanas, al igual que
José María Núñez Carmona, su socio. En este marco, Vandenbroele reconoció haber participado de la operatoria y apuntó a Brito y Moneta como financistas. Moneta fue declarado inimputable ya que está enfermo tras sufrir un ACV y el Fiscal pidió medidas para impedir que Brito entorpezca la investigación. El juez ya ordenó la investigación y
si se confirma que el titular de Macro pagó por el silencio de Vandenbroele, la situación del banquero se complicará.
Según la declaración de Vandenbroele en caracter de arrepentido,
conoció a Núñez Carmona en 2009 cuando realizaba una práctica en el estudio Alfaro. Dado que su especialidad eran los temas corporativos, le pidió fabricar una consultora para justificar honorarios por el asesoramiento del refinanciamiento de la deuda de Formosa. Allí surge
The Old Fund, que cobró más de $7 millones, dinero que fue repartido. Una parte fue para
Martín Cortés, del Fonfipro, el resto se retiró en efectivo y fue dolarizado. Vandenbroele supone que el dinero cobrado por Cortés fue para el gobernador
Gildo Insfrán y la parte de Núñez Carmona, en billetes, para Boudou, según la declaración a la que accedió el diario La Nación.
En este punto,
el arrepentido aseguró que nunca vio a Boudou cara a cara pero conocía de su existencia.
El nuevo contacto entre Núñez Carmona y Vandenbroele fue por el
salvataje de Ciccone. Según sus declaraciones
, Néstor Kirchner estaba preocupado por el destino de la empresa que imprime billetes, la cual se encontraba en quiebra por deudas fiscales. Si bien Kirchner no quería a la familia Ciccone por considerar que tenían vínculos con la Dictadura y Alfredo Yabrán, no quería que el dueño de Boldt, Antonio Tabanelli, se quedara con la empresa. Por eso, le ordenó a Boudou que encontrara empresarios nacionales dispuestos a hacerse cargo de la firma.
En un comienzo, declaró Vandenbroele, la base garantizada por
Ricardo Echegaray, titular de la AFIP del kirchnerismo, era un plan especial con quita en el que sólo había que poner
$60 millones para el salvataje. Allí fue cuando aparecieron las figuras de Brito y Moneta. Después de la muerte de Kirchner, Echegaray cambió el plan y el negocio era menos atractivo, ya que
había que desembolsar $300 millones, pero Brito y Moneta ya habían puesto el dinero.
