El Gobierno nacional oficializó hoy la quita de los aranceles para la importación de productos informáticos que había anunciado el año pasado. Tal como ocurrió entonces, resurgieron las fuertes críticas del sector local, preocupado por la pérdida de empleos y el cierre de empresas, que ya comenzó.
El
Decreto 117/2017, publicado en el Boletín Oficial, afirma que la medida "redundará en la disminución de los costos de fabricación de diversos aparatos y equipos electrónicos, mejorando las condiciones de competitividad y productividad, y contribuyendo al aumento de la inversión productiva en el sector y de su disponibilidad en el mercado local".
Pero la baja a cero de los aranceles a computadoras e insumos tiene su contrapartida en cómo afecta a los fabricantes nacionales.
“Nosotros pedíamos que fuera gradual, para darle tiempo a la industria de acomodarse o reubicar a la gente. Pero se aplicó la baja automática de todo”, cuestionó Jorge Luis Cavanna, presidente de la Cámara Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas y Luminotécnicas (CAIEEL).
En noviembre del año pasado, cuando se anunció la medida, Cavanna advirtió que ponía "en riesgo 12.000" puestos de trabajo y que se había acordado con el ministerio de Producción la conformación de una mesa de trabajo para buscar incrementar la productividad sectorial. Sin embargo, se avanzó con la baja a cero del arancel.
“Hay muchos componentes que se usan en equipos electrónicos que vienen de China o Japón. Se podía haber bajado eso y la industria podría haber empezado a crecer porque habría un precio más competitivo.
Se podía haber hecho de una forma más pensada y elaborada”, contrastó el ingeniero, en diálogo con
Política Argentina.
El decreto publicado hoy resalta que "la posibilidad de acceso a las nuevas tecnologías resulta esencial para el desarrollo económico y social de nuestro país, brindando el marco adecuado para alcanzar una mayor eficiencia en el uso racional de la energía”.
Abarca la importación tanto de computadoras portátiles como accesorios informáticos y de telecomunicaciones que, desde mañana, quedarán exentos del pago de derecho de importación.
La decisión del gobierno de Mauricio Macri de bajar el arancel de 35% a 0% a la importación de computadoras y tablets ya tuvo sus primeros efectos, como el cierre de la planta que la empresa PC Arts Argentina -que controla la marca Banghó-, tiene en Vicente López. Aunque se llegó a un acuerdo intermedio y siguen las negociaciones en esa fábrica, Cavanna presagia que
“habrá más cierres porque no tenés mercado y es muy difícil competir. El sólo hecho de haber anunciado que iban a bajar los aranceles el año pasado ya hizo que el mercado se desplome. ¿Quién iba a comprar una computadora sabiendo que iba a bajar el precio?”.
El titular de la Cámara de Industrias Electrónicas advirtió que la medida que hoy afecta al sector tiene que ver con una política –o falta de- general. “En el ministerio de Energía nos han dicho: ‘Tenemos que comprar lo más barato, no nos importa si es nacional o no. Lo que necesiten pídanlo a Producción’. Me pregunto si estamos trabajando en países diferentes”, indagó Cavanna. Y agregó: “No se puede manejar un sector como si fuera enemigo de otro. No perjudiquemos a la gente que se basó para montar su industria en una política de Estado que era diferente.
Te piden inversión y de repente pasa una cosa así y uno dice: ¿Cuál es la seguridad jurídica? Cambian las reglas del juego”.
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