En el marco de un nuevo capítulo de la discusión sobre la baja de la edad de imputabilidad como forma de bajar la delincuencia en menores de edad, que impulsa el macrismo, suenan voces legítimas en contra. Es el caso del exfutbolista de Boca y River, entre otros,
Fernando "Negro" Cáceres, que
a pesar de haber sufrido un robo que le produjo parálisis y la pérdida de un ojo salió a responder en una carta abierta al reclamo por más mano dura.
"A tan corta edad, es muy difícil que un chico pueda discernir sobre sus acciones y consecuencias, si nació sin demasiada suerte y el Estado no le dio oportunidades. Entonces, en lugar de caerles con este tipo de leyes, debiéramos caerles con alternativas de estudio, con ofertas de laburo y con todos los canales necesarios para hacerlos sentir queridos y contenidos", expresó el "Negro" en una carta que publicó La Garganta Poderosa titulada "Los pibes no tienen la culpa".
En esa línea, el exjugador agregó que de esa manera los jóvenes
"podrán valorar la vida" y
"seguramente así, no resulte atractivo salir a delinquir".
En el texto, Cáceres relató lo que le tocó vivir en 2009: "Saliendo de la Villa Carlos Gardel, donde nací, crecí y fui feliz, cuatro adolescentes mayores de 15 años y menores de 18, quisieron robarme, hace 8 años. Me dispararon. Y ese balazo me produjo la pérdida de un ojo, además de la perforación del cráneo, que me dejó internado varios meses, antes de una larga rehabilitación.
Todo fue muy duro y doloroso".
"Pero no por eso contarán conmigo para apoyar una baja en la edad de imputabilidad, porque no soluciona nada y porque sólo contribuye a seguir obturando las vías que necesitan los chicos para desarrollarse", sostuvo el exjugador que pasara por Boca y River tras explicar lo que le pasó, y agregó:
"Lo sé, porque yo fui uno de ellos".
Cáceres finalmente aseguró que
"la vara de imputabilidad es un tema sensible" por lo cual tiene "
claro que mucha gente se pronuncia desde la bronca o la impotencia de haber sufrido alguna situación adversa, o simplemente, por estar cansada de dar una vuelta manzana con el auto, para evitar que le roben".
En esa línea, explicó que los entiende y sabe que "no es cómodo, porque nadie debe vivir así", pero precisó de forma emotiva:
"Pero también es fundamental aceptar fríamente que ningún chico puede ser el responsable de la realidad que atravesamos y que la salida verdadera debe incluir, inexorablemente, a todos los que nacieron en un contexto menos favorable".