Hace poco más de una semana, Isela Costantini, la titular de Aerolíneas Argentinas, aseguró que
"por pedido de (Mauricio) Macri, el objetivo agresivo será duplicar el cabotaje". Los datos parecen contradecir el cumplimiento de ese propósito.
Es que, según un informe realizado por el especialista y ex titular del ONSRA Gustavo Lipovich para el Instituto de Investigación y Desarrollo del Transporte Aéreo de la UBA,
en el segundo trimestre “el crecimiento que tuvo LAN Argentina en la cantidad de pasajeros de cabotaje transportados durante el segundo trimestre de 2016, que aumentó 4,6%, fue 11 veces superior al registrado por Aerolíneas Argentinas (0,4%)”.
Del documento surge que "se verifica una significativa variación del crecimiento de la demanda que en el caso del cabotaje fue del 13,1% durante el primer trimestre de 2016, mientras que el segundo trimestre se estancó en un 0,3%". Sin embargo, Lipovich es aún más crítico al explicar que para evaluar las acciones de la nueva gestión
"habría que considerar que gran parte de los pasajes del primer trimestre de 2016 fueron vendidos durante el gobierno anterior y se ocuparon los aviones con esa herencia", mientras que en 2015 "se había registrado un crecimiento del 10,8% y del 11,8% para cada uno de los trimestres, respectivamente".
El estancamiento de la demanda en el segundo trimestre tuvo su pico máximo en abril y mayo. En esos dos meses se produjo una fuerte caída en las ventas con respecto al año anterior,
“situación que no tenía lugar desde la lluvia de cenizas que provocó la erupción del volcán Puyehue (en junio de 2011)”.
Además, del informe se destaca que
"el segundo trimestre encontró a los cielos argentinos con la operación de 68 rutas de cabotaje en junio de 2016 en comparación con las 77 operativas en igual mes de 2015 y una empresa menos debido a la interrupción de los servicios de Sol Líneas Aéreas”.
El desplome en la cantidad de rutas fue provocado por el
abandono de varios corredores que realizó la administración de la línea de bandera al considerarlos "no rentables",
muchos de las cuales fueron aprovechadas por las privadas.
La primera parte del año de gestión del Gobierno de Macri
"no mostró el dinamismo que debería tener el mercado de cabotaje para duplicarse en 4 años como se planteó el nuevo gobierno, ni para justificar la entrada al país de nuevas empresas justificado por el crecimiento de la demanda".
En el plano internacional la situación fue diferente para la línea de bandera, pese a que fue reduciendo sus frecuencias al exterior. El primer trimestre de 2016 registró un crecimiento de 11,1 por ciento, mientras que el crecimiento en el segundo trimestre fue del 8,5 por ciento. En este segmento, Aerolíneas Argentina incrementó la demanda semestral un 15,2 por ciento en 2016, es decir 1,7 veces en relación al crecimiento que tuvo LATAM (8,9 por ciento). “La cantidad de rutas operadas fue decreciendo durante el primer semestre de 2016. En enero de este año estaban servidas un total (pico) de 63 rutas, mientras que en junio se redujo a 54”, agrega el estudio.
En enero además dejó de operar Sol, dedicaba a la operación de servicios regionales de cabotaje e internacionales con aeronaves de turbohélice y jets de menor envergadura. La aerolínea dejó de volar al presentar la quiebra luego de que el gobierno cancelara el contrato que tenía la empresa rosarina con Aerolíneas. Se había adelantado la posibilidad de que ingresaran nuevos jugadores al mercado de cabotaje, pero “a pesar de los múltiples rumores que circularon a lo largo del primer semestre, no hubo ninguna línea aérea nueva operando”.
En el mercado internacional,
las líneas aéreas extranjeras incrementaron su demanda en el segmento internacional en un 8,1 por ciento. A su vez, con respecto al total de rutas internacionales se registró una caída de la demanda en 16 destinos.