La Cámara de Diputados de la Nación se pronunció tras la salida de Dilma Rousseff de la presidencia de Brasil, con un texto que evitó condenar el hecho como un golpe de Estado. Con los votos del massismo y el macrismo, la Cámara Baja aprobó una declaración donde “reitera principios democráticos”.
Los documentos se habían aprobado por mayoría en la Comisión de Relaciones Exteriores el miércoles, previo a la votación del Senado de Brasil, y si bien para el Frente Para la Victoria el texto es correcto debió hablar de golpe.
Por ese motivo los lesgiladores del FPV decidieron abstenerse en la votación.
El debate lo abrió Elisa Carrió, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, quien analizó que la salida de Rousseff no se trató de un golpe porque el enjuiciamiento fue un proceso que duró varios meses, a diferencia de lo sucedido en Paraguay que sucedió en 48 horas.