En España surge una situación particular ya que se volverán a repetir las elecciones, pero para empezar a entender un complejo entramado político primero hay que remontarse a los comicios del 20 de diciembre del 2015. Allí el partido más votado fue el Partido Popular (PP), pero su candidato Mariano Rajoy declinó la autorización del Rey Felipe II, quién es Jefe del Estado, para que formara gobierno aceptando que no tenía los apoyos necesarios y no quería ser “machacado y criticado” públicamente en el debate de investidura.
En una segunda designación del Rey, el candidato del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, no recibió el apoyo, ni la abstención de Podemos o el PP. En ese momento, sin embargo, el PSOE concertó un sorpresivo pacto de gobierno con Ciudadanos pero, los 89 diputados de uno y los 40 del otro, no fueron suficiente para alcanzar la cifra de 176 legisladores necesarios para gobernar con la obligada mayoría que manda la Constitución Española (CE) en su Congreso de Diputados. Dicho cuerpo está compuesto por 350 escaños, que se disputan 37 agrupaciones o partidos políticos de todas las tendencias y programas imaginables.
El domingo se volverán a celebrar las elecciones y para tener un panorama mucho más claro Política Argentina se comunicó en exclusiva con el analista y dirigente político vasco Iñaki Galdos Irazabal.
- ¿Cómo está la situación general en la política española a días de las nuevas elecciones?
- Sigue existiendo la amenaza de una tercera convocatoria, no está del todo espantada esa posibilidad pero parece ser que ya no habrá tercera vuelta.
La principal novedad que se está produciendo de cara a estas segundas elecciones es la posibilidad cierta de que Unidos Podemos, que es una coalición, pase al Partido Socialista (PSOE) y este quede en tercer lugar después del domingo. Esta es un poco la gran incógnita que tenemos encima de la mesa, parece bastante claro que va a ganar el Partido Popular, pero en estos días ha habido un gran escándalo que ha afectado al ministro de Interior y no sabemos qué efectos puede tener ese escándalo pero hasta ahora pareciera ser que el PP va a ganar las elecciones. La incógnita es si Podemos va a desbancar al PSOE.
- ¿Qué diferencia hay entre las elecciones de diciembre y la que se celebrará este domingo?
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En esto tampoco están siendo igual diciembre y junio, en diciembre si se visualizó el paradigma: los nuevos partidos frente a los viejos partidos. Ciudadanos un poco el nuevo partido de derecha y Podemos el nuevo partido de izquierda por decirlo de una manera muy resumida. Una pugna entre lo viejo y lo nuevo, pero ahora de cara a estas elecciones yo creo que eso ha cambiado un poco y ya se está jugando en un terreno más clásico, el paradigma izquierda-derecha ha vuelto a coger peso y eso se produce por dos circunstancias: Por una parte porque evidentemente ya no son tan nuevos estos partidos y ya no es tanta la novedad, y luego por otra parte porque Podemos se ha aliado con la izquierda clásica, con la Izquierda Unida y eso ha dado un barniz más de izquierda. Podemos hasta diciembre se negaba a reconocer que era un movimiento de izquierda, hablaba más de “los de abajo contras los de arriba”, “los nuevos” pero ahora el nuevo paradigma si es más izquierda-derecha que en diciembre.
¿Cómo analiza este fenómeno tanto de Podemos como de Ciudadanos que irrumpen el escenario bipartidista tradicional?
- Son dos fenómenos interesantes, son fruto de la gran crisis económica que ha habido en España, fruto de los grandes escándalos de corrupción y viendo un poco como los partidos tradicionales, el PP y el PSOE están metidos en esa misma estrategia han emergidos dos nuevas fuerzas.
Podemos es más consistente que Ciudadanos, creo que Ciudadanos es más artificial, menos duradero porque es más fruto de un experimento en un laboratorio que otra cosa. El motivo tampoco es el mismo que el de Podemos, ya que cuando emergió Podemos con muchísima fuerza,se dieron cuenta que incluso estaba atrayendo votos de derecha entonces algunos empresarios animaron a que se construya un Podemos de derecha y se aprovecharon de un partido que ya existía para darle ese barniz. Podemos es más consistente, tiene más base social y un pozo ideológico mejor que Ciudadanos pero en tal caso son dos fenómenos a tener en cuenta, nadie hubiera pensado hace algunos años que el bipartidismo se iba a romper de esa manera.
- Una figura clave es el presidente Mariano Rajoy que buscará un nuevo mandato, ¿su plan de gobierno, con políticas que ya han fracasado anteriormente, le quita muchos votos al Partido Popular?
- El Partido Popular ha tenido un desgaste de millones de votos, el hecho de que se armen de nuevo las elecciones responde en gran medida a que el PSOE se ha hundido también. Es posible que Mariano Rajoy tenga un resultado que en cualquier otra cita electoral histórica se la hubiera llevado la oposición, lo que pasa es que al estar el PSOE también muy flojo, muy débil, eso lo lleva a Rajoy a mantener la primacía pero con un desgaste de millones de votos.
Una de las cuestiones que más se están comentando en España es el hecho que una solución a un gobierno sea que gobierne el PP pero sin Rajoy, esa condición ya la ha puesto por encima de la mesa Ciudadanos y de hecho ya la ha experimentado en algunos sitios. Después de las elecciones autonómicas regionales del año pasado, por ejemplo en la provincia de La Rioja sigue gobernando el PP pero Ciudadanos para apoyarlos puso como condición que el presidente no siguiera. También en algunas alcaldías donde ganó el PP pero sin la fuerza suficiente para gobernar, Ciudadanos puso como condición que los alcaldes no siguieran.
Entonces Ciudadanos quiere repetir la experiencia y transmitirle al PP que si gana está dispuesto a apoyarlo pero que Mariano Rajoy no siga, entonces si se está hablando de la posibilidad de que sea otro al final el presidente, pero el propio Rajoy y desde el PP han dicho que eso es irrenunciable y que es Mariano Rajoy el candidato. La posibilidad se está barajando y Ciudadanos la pone encima de la mesa, luego hay que ver si Ciudadanos tiene la fuerza suficiente para imponer esa presión, pero es una posibilidad que no se descarta.
- ¿Cual es el principal problema que lleva a que las elecciones tengan que repetirse porque las distintas fuerzas no pueden formar gobierno?
- El problema es el sistema electoral porque los obliga a abstenerse, por ejemplo en el Parlamento vasco y en los regionales esto no hubiera sucedido y no se hubieran repetido nunca las elecciones. Si no hay posibilidades de que la oposición se junte para gobernar, el que tiene la opción de gobernar es el partido más votado pero la legislación en el Parlamento español es diferente y la tendrán que modificar porque es un poco extraño lo que ha sucedido, y como nunca antes había pasado esto ni se había previsto, quien legisló no se dio cuenta de que este riesgo realmente existía. En el Parlamento vasco si la segunda, tercera o cuarta fuerza con los votos suficientes no se ponen de acuerdo por ley la fuerza más votada gobierna. En el Parlamento Catalán tampoco hubiera pasado, esto se ha producido por una legislación que no es la adecuada, hacen faltas muchas reformas legislativas en la ley electoral la cual es bastante injusta. El corpus legislativo lo tenemos a partir de 1978 con pequeñas modificaciones. Por ejemplo Izquierda Unida que ahora ha ido en coalición con Podemos, saca en toda España un millón y medio de votos y obtiene igual un diputado o dos. Luego hay partidos que en sus provincias sacan 40 mil votos y obtienen tres diputados, entonces al estar el sistema muy fragmentado en provincias, puedes sacar un magnífico resultado electoral en diferentes provincias pero te dan un diputado y hay un montón de provincias donde el PP saca ventaja, ya que son muy pequeñas donde solo se reparten 3,4,5 diputados, entonces ahí para sacar un diputado necesitas muchas veces superar el 20 o 25% de los votos, entonces eso es injusto. No hay una correlación entre la representación y los votos obtenidos.
- ¿Cree que la participación electoral va a bajar luego del fracaso de diciembre?
- Al principio se hablaba de que iba a haber mayor abstención, de que la gente estaba asqueada pero con la campaña la gente se ha movilizado de nuevo. Si se comentó que iba a haber un voto castigo, pero no creo que haya un descenso considerable de participación. En marzo cuando ya se había fracasado mucha gente dijo que no iba a votar más por el descontento, pero en estos momentos las posibilidades de Podemos han subido, su base está muy movilizada y como contraposición a eso las bases del PP se están moviendo bastante, por lo que no creo que haya un descenso considerable.
- Mauricio Macri expresó su rotundo apoyo a Mariano Rajoy para las elecciones del domingo ¿cómo cree que será la relación entre ambos países con gobiernos que ideológicamente son muy parecidos?
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Que Macri apoye a Rajoy no me sorprende, creo que es lógico son de la misma familia ideológica pero de todos modos Macri es algo menos de derecha que Rajoy, que es un heredero del franquismo, pero no se puede hablar de equiparaciones ya que en Cambiemos hay mucha gente relacionada al socialismo, gente de Lilita Carrió, de la Coalición Cívica y parte del radicalismo con gente interesante como el ministro de Economía Prat-Gay o el embajador en Washington Martín Lousteau. Es gente más cercana al socialismo que al Partido Popular, por eso una cosa es que Macri o el PRO apoyen al Partido Popular y a Rajoy que es una cosa que me parece lógica pero no creo que Cambiemos como tal, esté en esa clave. No es fácil hacer una equiparación y menos en Argentina. Aquí cuando hay elecciones en Estados Unidos muchísima gente del PP apoya a los demócratas y no a los republicanos, las equiparaciones no son sencillas. Pablo Iglesias de Podemos reconoció en una entrevista con el diario El País de hace dos semanas que él tenía cierta afinidad con el peronismo pero hablaba más del kirchnernismo que del peronismo clásico, ya que habló de Laclau, es diferente. Hay muchas cosas que son difíciles de entender de la política argentina, como por ejemplo cuando Massa armó su propio frente cuando tres meses antes parecía que iba a ser totalmente al revés, que el que se iba a salir era el gobernador Scioli y que el que iba a permanecer al lado de Cristina era Massa y al final pasó lo contrario.